Nunca se ha dejado de buscar a Antonio Anglés, presunto autor material —junto al condenado Miguel Ricart— del secuestro, violación y asesinato de Miriam, Toñi y Desirée. Pero cada cierto tiempo las autoridades policiales vuelven a reactivar la búsqueda del fugitivo español más anhelado, cuya desaparición tras saltar a las frías aguas irlandesas desde el ‘Plymouth’, embarcación en la que viajaba como polizón, mantiene abierto el misterio.

Así, el Juzgado de Instrucción número seis de Alzira, encargado de la investigación del triple crimen de Alcàsser, ha autorizado a la Sección de Fugitivos de la Comisaría General de Policía Judicial a usar el perfil de Anglés de modo público para iniciar una campaña divulgativa a nivel europeo.

«Por parte de este Juzgado no hay inconveniente en la utilización del perfil de Antonio Anglés Martins de modo público», ha respondido la jueza a la petición del grupo de Fugitivos de la Policía Nacional, que esgrime el «gran interés policial» sobre este prófugo al que se le perdió toda pista en marzo de 1993.

Desde que la asociación Laxshmi se personó en la causa como acusación popular se han solicitado una serie de diligencias que vienen a reproducir los pasos que en su día llevaron los investigadores, eso sí, con las nuevas metodologías y avances en materia de identificación de ADN que podrían aportar más pruebas —no indispensables— (sin ellas ya se condenó a Ricart a 170 años de prisión), en caso de que Anglés siga vivo y pueda ser localizado y puesto ante la Justicia algún día.

Dicha asociación de Lucha Contra el Crimen y la Prevención, según se presentan, ha comunicado al juzgado la inminente presentación de un informe criminológico sobre la fuga de Antonio Anglés. En el mismo se realizará un análisis de todas las actuaciones practicadas tras la huida del triple asesino, cómo pudo subirse como polizón en un barco en Lisboa y si contó con ayuda dentro de la tripulación para lograr escapar del camarote en el que estaba encerrado tras ser descubierto y tras un primer intento de fuga frustrado al saltar al mar, algo que la Policía y la Guardia Civil ya tenían claro en 1993 con las declaraciones tomadas entonces a los marineros del buque.

De hecho, aunque se ha vuelto a interrogar a algunos de los miembros de la tripulación del ‘Plymouth’ todavía vivos, sus manifestaciones, realizadas con una memoria que tiene que retrotraerse a 28 años atrás, nada nuevo han podido aportar.

Levante-EMV, diario del grupo Prensa Ibérica, ya reconstruyó hace veinte años, en 2001, las 43 horas de Antonio Anglés a bordo del mercante británico a partir de las detalladas declaraciones de la tripulación, a las que este diario accedió en exclusiva y que los marineros prestaron solo días después de que el asesino múltiple desapareciera en la bocana del puerto de Dublín. Esa fue la primera y única vez que esas declaraciones salieron a la luz. Dublín.