JUICIO EN LA AUDIENCIA DE ZARAGOZA

El infanticida de Delicias se enfrenta a 20 años pese a sus problemas mentales

El jurado popular decidirá la semana que viene su grado de responsabilidad

La Policía y un vecino atienden a la víctima tras el suceso.

La Policía y un vecino atienden a la víctima tras el suceso. / EL PERIÓDICO

L. M. G.

Zaragoza

Está diagnosticado como esquizofrénico, es consumidor de cannabis y padece un trastorno paranoide de carácter celotípico. Pese a ese diagnóstico, la Fiscalía Provincial de Zaragoza considera que Nosa Churchill Osarenmwida debe ser condenado a 20 años de cárcel por degollar a su hija de 3 años en el domicilio familiar en la calle Domingo Ram de la capital aragonesa. La madre de la menor pide la misma pena. Ocurrió hace un año y esta semana va a ser juzgado en la Audiencia de Zaragoza. Un jurado popular decidirá el grado de responsabilidad del autor de este crimen a partir de dicho historial.

Y el debate no será fácil puesto que sobre la mesa hay dos informes forenses que en opinión de la abogada defensora, Carmen Sánchez Herrero, son contradictorios. El último estudio realizado en el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) concluyó que cuando acabó con la vida de su hija no tenía completamente anuladas sus capacidades cognitivas y volitivas, mientras que en otro incidente que protagonizó en el 2019 un juez llegó a archivar la causa con un análisis mental de Nosa Churchill Osarenmwida en el que se señalaba que sufre un trastorno psicótico agudo de desconexión con la realidad. En aquella ocasión quiso matar a los compañeros de trabajo.

Los hechos ocurrieron el 14 de septiembre del 2020, sobre las 23.00 horas, cuando el investigado, Nosa Churchill Osarenmwida entró en el dormitorio de sus dos hijos menores llevando un cuchillo de cocina en la mano, cerró la puerta y propinó dos cortes en el cuello a su hija Iwinosa Silvia, lo que le provocó la muerte.

El agresor, tras matarla, se fugó. La Policía Nacional activó un dispositivo de búsqueda y localización que dio resultados en la calle Infantes de Aragón, en el zaragozano barrio de Casablanca, a varios kilómetros de distancia de Delicias, que era donde la familia vivían. La mujer denunció en una ocasión al encausado por violencia de género, pero se acabó archivando.

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