Mentir en un juicio, pese a entender que se hace con la mejor de las intenciones, no sale gratis. El Juzgado de lo Penal número 23 de Madrid ha condenado a seis meses de prisión y 270 euros de multa, además del pago de las costas del proceso, a una mujer que prestó falso testimonio durante la celebración del juicio contra el ciudadano de Costa de Marfil que en enero de 2015 mató a un policía al arrojarle a las vías del Metro de la capital.

La sentencia, a la que ha tenido acceso El Periódico de España, fue dictada el pasado 7 de diciembre por el magistrado Juan Antonio Toro Peña, titular del Juzgado Penal número 23 de Madrid, teniendo en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas. La Fiscalía pedía para esta mujer una pena más elevada, de 1 año y 9 meses de cárcel, mientras que la familia del agente, personada como acusación particular, solicitaba dos años de prisión.

Se da la circunstancia de que la mujer, Sara D., tuvo conocimiento tras narrar el incidente a sus conocidos de que en el despacho de la hermana de uno de ellos trabajaba el letrado de oficio al que había correspondido la defensa del acusado, Ali Rada Yode. El Tribunal Supremo confirmó en 2019 la condena de 20 de prisión impuesta a esta persona por la muerte del policía. 

 La sentencia analiza la prueba reunida contra esta mujer, en especial los testimonios de otros testigos el día del suceso y la grabación que se hizo del andén en el momento de los hechos, para concluir que faltó a la verdad durante su declaración en el juicio que se celebró por este asunto en la Audiencia Provincial de Madrid.

Durante su testimonio, la mujer relató que ese día había quedado a comer con su hermana y que para llegar utilizó el Metro, entró en la estación y en la planta intermedia escuchó gritos. "Cuando me acerqué estaban dos policías pidiendo la documentación a un chico y el chico preguntaba qué había hecho, que por qué le pedían documentación si no había hecho nada, que qué estaba pasando. Yo me paré porque había mucha tensión y le pregunté a un policía que había hecho (el procesado). Sigue tu camino, me contestaron", ha explicado.

Añadió, según recogió Europa Press el día de su declaración, que se quedó allí viendo lo que ocurrió, siguiendo los movimientos de los tres protagonistas. Ya en el andén, la compareciente se colocó según su testimonio cerca de una máquina expendedora, y desde allí vio la escena de los hechos. "Él salió corriendo y la policía y lo agarraba. El chico se intentó soltar y es cuando cae a las vías", afirmó.

No obstante, la testigo manifestó ciertas contradicciones en su relato cuando la fiscal evidenció que su nombre no figuraba entre los nombres que la Policía filió tras lo ocurrido. En otro momento del juicio, la representante del Ministerio Público cuestionó la testigo hubiera comprado el billete de Metro el día de los hechos, el 2 de enero de 2015. Las pruebas periciales corroboraron estos extremos, lo que también ha sido tenido en cuenta para condenarla.

"Crueldad y peligrosidad"

En la sentencia que el Supremo dictó contra el autor de la muerte del Policía se remarcaba la especial "crueldad y peligrosidad" del condenado y se rechazó que el policía cayera después de un forcejeo. 

"En ningún caso se trató de un tropiezo, o un acto fortuito por un forcejeo, sino de un acto consciente, voluntario y deliberado de arrastrar consigo al agente y planteándose como posible que ello conllevara el resultado que finalmente provocó, como es la muerte del agente", subrayaba la sentencia.

Los hechos ocurrieron en la estación de metro de Embajadores de Madrid, cuando el policía nacional, que estaba de servicio junto con su compañero en el vestíbulo de dicha estación, requirió la documentación al acusado. Éste se negó a entregarla y siguió hasta el andén, seguido por los dos agentes, que insistieron en el requerimiento, lo que provocó una cierta confrontación.

Rada, que residía de forma ilegal en España, se fue acercando al borde del andén y "en el momento en que el convoy hacía su entrada en la estación y cuando la cabecera del mismo estaba a su altura, consciente de la alta probabilidad de que un eventual atropello sería mortal y con el fin de acabar con la vida del policía tiró de él y lo arrastró hacia la vía".