No hay sangre ni restos de ADN de Esther López, desaparecida en Traspinedo (Valladolid) desde el 12 de enero, en la casa ni en el coche de Ramón alias 'el Manitas'. Así lo determinan los análisis realizados en el laboratorio central de Criminalística de la Guardia Civil, según ha sabido CASO ABIERTO, canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica.

Los investigadores se habían llevado de la casa de dos pisos de 'el Manitas' una decena de cajas con prendas y objetos que han sido analizados en busca de huellas de Esther, sin resultado. Esto aleja la posibilidad de acusar de su desaparición a Ramón, que está en libertad provisional por el caso. Los vecinos se han movilizado en batidas y manifestaciones para apoyar a la familia de la joven.

Roedores

Los análisis de los objetos de las dos plantas de la casa y el coche del investigado han hallado muestras de ADN de 'el Manitas', lógicamente, y también otras, pero siempre se trata de ADN de otros varones, según ha sabido este canal. Lo mismo ha ocurrido con los análisis realizados en el coche. Además, la casa no había sido limpiada cuando llegaron los investigadores, ni había restos de lejía, todo lo contrario, estaba llena de suciedad e incluso había roedores vivos y muertos, lo que da más fuerza a los resultados de las pruebas.

Ramón 'el Manitas' fue puesto en libertad provisional el viernes pasado, tras pasar seis días detenido. En su contra había pesado la localización cercana a su casa del teléfono móvil de la joven cuando desapareció, que se negara en un primer momento a entregar su teléfono a los investigadores y que, según un testimonio, comentara que habia hablado con la mujer días después de la desaparición. Durante las pesquisas, los guardias civiles le vieron trapichear con drogas al volante de su coche.

El hombre declaró en el juzgado que conocía a Esther, que ella estuvo en su casa alguna vez, que incluso se quedó a dormir allí un par de ocasiones, pero negó haberla visto la noche del 12 de enero, la última en que se tienen noticias de la joven. Debe comparecer cada día ante la Guardia Civil y tiene prohibido salir de España.

El otro amigo

La investigación de la Guardia Civil se centra ahora en otro vecino de Traspinedo, un amigo de Esther con quien el hombre ha reconocido que estuvo la última noche. Declaró que ambos discutieron porque ella quería seguir de fiesta y que Esther se bajó de su coche cerca del restaurante La Maña y también de la casa de Ramón El Manitas, hacia las tres y media de aquella madrugada. El teléfono móvil de la joven dejó de dar señal, en la misma zona, poco antes de las cinco de la madrugada.

Expertos de la Guardia Civil han analizado también su coche, un volkswagen touran de color gris, en busca de posibles huellas de Esther. Los resultados de ese análisis aún no están concluidos.

Esther López, una mujer de 35 años, está desaparecida desde el 12 de enero. Aquella tarde acudió a un pub de Traspinedo llamado James Dean para ver el partido de fútbol entre el Barcelona y el Real Madrid. Luego, estuvo con varios amigos y ya de madrugada acabó con dos de ellos. El último afirma que estuvieron en el bar El Castillo tomando copas hasta las dos de la madrugada, pero los propietarios del local insisten en que a esa hora estaba cerrado.