La entrada de una comisión judicial en un desahucio en Móstoles (Madrid) provocó que el ocupante del inmueble se tirara por la ventana y los agentes de la Policía Nacional descubrieran un cadáver momificado que resultó ser el del padre de ese varón que trató de huir durante la intervención.

Los hechos se remontan al 20 de enero pasado cuando la comisión judicial accedió a un inmueble del número 1 de la calle de Palafox de Móstoles y encontraron el cadáver con el que el hijo llevaba cerca de año y medio conviviendo, presuntamente para cobrar su pensión.

Según ha avanzado Telemadrid y han confirmado a Efe fuentes de la Jefatura Superior de Policía, la comisión judicial se disponía a ejecutar el desahucio después de que su propietario llevara años sin pagar el alquiler de la vivienda.

Al llegar al inmueble, los agentes observaron como un individuo "se tiró por una de las ventanas de la vivienda", sufriendo heridas "muy graves", aunque llegó a salvar su vida y permanece desde entonces recuperándose en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda.

Sin embargo, la accidentada actuación de la comisión judicial no acabó ahí ya que, al inspeccionar la vivienda, los agentes hallaron en una de las habitaciones "el cadáver momificado de un hombre de unos 80 años", padre del individuo que poco antes se había lanzado por la ventana, quien podría llevar muerto "al menos 18 meses".

Los forenses están tratando de descubrir la causa de la muerte del octogenario y de cuánto tiempo exacto llevaba muerto, aunque algunos vecinos de la zona han asegurado a Telemadrid que no veían al hombre desde junio de 2020, a los pocos meses de comenzar la pandemia.

Según las primeras investigaciones, el individuo que saltó por la ventana se separó de su mujer en 2014 y se fue a vivir con su padre a Móstoles con el objetivo de poder vivir de la pensión de su progenitor y no tener que pagar la compensación económica a su exmujer y a su hija.

Según ha adelantado El Mundo, el piso de la calle de Palafox donde vivía el padre era de alquiler de renta antigua y desde que llegó su hijo los recibos no se abonaron por lo que el propietario le denunció por impago tras varios requerimientos e inició un proceso de desahucio.

Tras morir el padre, el hijo no le comunicó a nadie su muerte para, presuntamente, seguir cobrando la pensión de su progenitor ante la falta de ingresos, según sospechan los investigadores, que han averiguado que cada mes iba al banco a retirar el dinero de la pensión.

Según los investigadores, por el momento, se podría enfrentar a un delito por estafa a la seguridad social, aunque queda por dilucidar de qué murió realmente su padre y si cometió algún delito más en el transcurso de esta historia.