La Policía Judicial de la Guardia Civil revisa cámaras de seguridad y peina hospitales para tratar de dar con la madre del bebé que fue hallado enterrado en Águilas este viernes por la tarde.
Aunque una primera inspección ocular por parte del profesional forense no evidenció signos de haber sufrido una muerte violenta, será el resultado definitivo de la autopsia lo que arroje luz sobre las causas del deceso.
Cabe recordar que el cuerpo fue hallado enterrado en un paraje, detrás de la estación de tren de la localidad costera. El hecho de sepultar el cadáver y no haberse deshecho de él por métodos más burdos, como arrojarlo a un contenedor, podría dar pistas sobre la conducta de quien o quienes se encontrasen detrás de los hechos.
En abril de 2016, un feto era encontrado dentro de un tupper, en medio del monte en Murcia. El Cuerpo tardó poco en localizar a la madre: la mujer acudió a un hospital, a solicitar asistencia médica tras sufrir un aborto natural en su domicilio. Tras ello, dejó los restos en San José de la Montaña.
En el caso de Águilas, fuentes cercanas apuntan que se trataría de un feto seguramente de más de seis meses, que ya tenía las uñas formadas. No se descarta que la madre sufriese un aborto natural y, al igual que la mujer de Murcia, optase por este enterramiento, por carecer de medios para otro.
Indagan si nació vivo o no
El hallazgo del bebé tuvo lugar sobre las siete de la tarde, en una especie de solar situado en la parte trasera de la estación de ferrocarril, en una zona conocida como ‘la cueva de la tía Petra’.
Una pareja que pasaba por la zona observó un montículo de tierra y algo parecido a una tumba y descubría que dentro había lo que parecía ser un bebé. Rápidamente daban la voz de alarma.
Los restos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Murcia, donde será la autopsia la que confirme la causa del deceso. El informe revelará si el pequeño nació vivo o no, algo clave para una investigación que continúa para descartar cualquier tipo delictivo o infracción al Código Penal.
