"Vemos que cada vez tenemos menos autoridad y faltas de respeto constantes en las aulas que, por desgracia, se han normalizado". Miquel Álvarez es el docente de Camp de Túria que fue agredido hace una semana por al menos una docena de estudiantes del centro de Secundaria donde ejerce su profesión de forma temporal, pues es sustituto en la asignatura de Física y Química.

Aunque no quiere revivir los detalles de lo sucedido, el profesor -que ha seguido con sus clases estos días- incide en que "hubo una agresión homófoba con insultos" y que las banderas de España que mostraron los estudiantes como reacción al vídeo que grabaron el día anterior dos alumnas con sendas banderas LGTBI en el patio, según ha podido saber Levante-EMV, "se estaban utilizando como provocación".

Ese fue el motivo por el que decidió mediar en la hora del recreo. Miquel Álvarez explica que en el momento de los hechos había entre 100 y 150 alumnos en el patio, si bien no es "capaz de decir si todo el mundo estaba participando en la agresión". De hecho, son directamente los estudiantes los que han identificado a algunos compañeros implicados que están siendo expulsados del centro, según ha podido saber este periódico.

La agresión ocurrió la semana pasada y, tras ser conocedores del incidente, la Conselleria de Educación activó el protocolo de acompañamiento y asistencia jurídica gratuita para el profesorado víctima de ataques como el que sufrió Álvarez, y se puso en contacto con él.

"Fue un acto que no tendría que haber pasado, pero no tengo odio hacia ellos. El protocolo ya está actuando y se están abriendo investigaciones sobre quién fue", señala.

No obstante, el profesor pone énfasis en la necesidad de incorporar a las actuaciones "una atención psicológica para las personas agredidas en el momento".

"Educar en el respeto"

Miquel Álvarez, que está realizando una sustitución en el centro, reconoce que aún no ha habido ningún contacto con las familias y valora el "apoyo total" de sus compañeros de claustro y del equipo directivo. "Se lo agradezco muchísimo", admite a Levante-EMV.

Para el docente, los padres y madres "deberían hacer más esfuerzo en educar en el respeto". "Nosotros ya lo hacemos en el instituto, pero se debe reforzar en casa. Muchos lo hacen, evidentemente, pero no se puede delegar en el profesor la educación de los alumnos", afirma.

Sobre la posible vuelta a las aulas de los estudiantes que han sido expulsados, de momento temporalmente, Álvarez asegura que su objetivo es "normalizar la situación", aunque no los hechos. "Tienen derecho a equivocarse, pero tienen que aprender que lo que ocurrió no se debe hacer", defiende.

"Espero que no hagan nada porque yo tampoco voy a hacer nada en contra de ellos", concluye. En este sentido, este periódico no ha podido confirmar si el docente ha emprendido acciones legales contr