Un conflicto entre familias ha derivado esta tarde en un tiroteo con cuatro personas heridas en la gasolinera de Tamallancos, en el municipio ourensano de Vilamarín. Contra tres de estas personas (padre, madre e hijo) abrió fuego el autor y una cuarta es un cliente de un bar que sufrió un impacto leve de un proyectil cuando se levantó de una mesa en la que jugaba a las cartas, tras oír unos disparos. Fuentes de la Guardia Civil confirman que hay un detenido, Esteban M. M., de 48 años y vecino de Amoeiro, que fue interceptado cuando traba de huir en un vehículo, en el que se encontró el arma. Todavía se están instruyendo diligencias y la investigación sigue en marcha.

El suceso tuvo lugar a las 16.04 horas. El tiroteo empezó en el exterior, en la zona de la gasolinera, y continuó en el interior, donde se encuentra el bar-restaurante. "Por fortuna ya había pasado el horario de la comida y eso hizo que hubiera menos gente, y por tanto menos riesgo", indica el alcalde de Vilamarín, Amador Vázquez (PP).

Según su información, el atacante disparó en el exterior (los disparos alcanzaron dos vehículos, causando daños considerables) y, cuando sus objetivos buscaron refugio en el interior, fue tras ellos y siguió accionando el arma, una escopeta de caza. La Guardia Civil ha confirmado que carecía de licencia de armas y ahora investiga si citó a las víctimas en este punto y abrió fuego contra ellas.

En el suelo, un cartucho de la escopeta con la que el autor de los disparos ejecutó el tiroteo. Fernando Casanova

Los heridos, tres hombres y una mujer, fueron trasladados al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). Uno de ellos, con heridas en un brazo, está grave y fue llevado al hospital en helicóptero.

Varias patrullas de la Guardia Civil, incluidos investigadores de la Policía Judicial, realizaron una inspección ocular en el lugar del suceso. 

"Entró con una escopeta a tiro limpio. Escuchamos disparos, creo que tres y luego volvió a recargar", cuenta un testigo presencial. Según esta persona, las víctimas fueron tiroteadas cuando intentaban refugiarse en la cocina del establecimiento.

Cuál fue la causa de este hecho violento aún no se ha aclarado. El alcalde apuntaba, como hipótesis, a que no se hubiera aceptado una relación sentimental en el seno de estas familias. Son dos familias de etnia gitana de la zona de A Cabeanca, en el municipio de Ourense.