Igor Postolache, el asesino de Erika, acosó al menos a seis chicas, varias de ellas menores de edad, antes de matar a su vecina de 14 años el pasado 5 de abril. Cuatro de las víctimas denunciaron los hechos, como publicó La Nueva España, pero en los archivos policiales constan otros dos episodios en los que un policía de paisano y una madre evitaron que los incidentes fueran a mayores, según ha sabido CASO ABIERTO, el canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica.

"Pegado" a una chica

El primer incidente que no llegó a juicio, tuvo lugar el 7 de diciembre de 2018, cuando un policía fuera de servicio iba en su coche por la avenida de Galicia, en Oviedo. El agente observó a un hombre que caminaba y "se dirige a una chica, posiblemente menor de edad".

El policía, que iba de paisano, advirtió entonces, según los informes, cómo el hombre se "pega" cada vez más a la joven y piensa que ella puede "sentirse acosada".

Decide entonces aparcar el coche y frenar al hombre. Lo hace y, a la altura de la calle Cervantes, le pide que se identifique. El acosador es Igor Postolache, que le da sus datos y sigue su camino.

Una niña sola

El otro episodio que consta en los archivos contra Postolache pero no llegó a juicio ocurrió el 5 de agosto de 2019, también en Oviedo. Una niña estaba esperando a las puertas de la óptica Navarro, en la calle Uría, cuando Igor comenzó a hablarle, molestarla y acosarla.

La madre de la cría, que estaba dentro del establecimiento, salió y se puso a increpar al hombre. Alguien llamó a la policía. Cuando llegó un coche patrulla, los agentes pidieron la identificación al hombre, Igor Postolache y tuvieron que dejarle ir. "Entonces era un baboso, un asqueroso, pero no tocaba a las niñas ni las agredía, con la ley en la mano no se podía hacer más que identificarlo", explican fuentes policiales.

Funeral por Erika Yunga, la niña de 14 años asesinada en Oviedo. EP

Cuatro denuncias

Otras chicas que sufrieron incidentes con Igor Postolache sí lo denunciaron. Así, fue juzgado, y absuelto de amenazas, y condenado por un delito leve de coacciones tras acosar a cuatro jóvenes entre mayo y agosto de 2019.

Las sentencias recogen que el 1 de mayo de 2019, una chica estaba esperando el autobús en una parada de la calle Uría cuando Igor Postolache se la acercó y le dijo "eres muy guapa, me gustas mucho, ¿quieres venirte conmigo?". Ella no le hizo caso y él se fue.

El 20 de agosto de 2019, hacia las nueve de la noche, y de nuevo muy cerca de la calle Uría, Igor abordó a otra joven. "¿Crees en el destino? ¿Te han decepcionado los hombres a lo largo de tu vida?. Luego, le acarició la cara y le dijo: "eres fantástica", antes de seguir su camino.

El 30 de agosto de 2019, esta vez en la misma calle Uría, Igor se acercó a otra joven con la excusa de hacerle una pregunta. Luego, le dijo: "me turba la razón al verte", "al mirarte me estoy poniendo nervioso".

Una bolsa en la cabeza

La joven se fue después de que Igor le dijera: "me gustaría ponerte una bolsa de plástico en la cabeza". En el juicio contra él, Igor negó el asunto de la bolsa y dijo que solo quería mantener una conversación con la chica. Fue absuelto de un delito de amenazas.

Otro día de agosto de 2019, una chica viajaba en un autobús de la línea que va de Oviedo a Soto de Trubia. Allí estaba también Igor, que empezó a hablar con ella, la agarró de la mano y tiró de ella hacia él. La joven se soltó.

Un mes después, volvió a encontrarse con Igor en la calle Uría. Entonces, él volvió a dirigirse a ella y le pidió el número de teléfono. La chica pidió ayuda a unos jóvenes, que increparon a Igor y lograron que se marchara.

El hombre fue condenado a pagar 480 euros de multa por un delito leve de coacciones. Su abogado recurrió esa decisión y la Audiencia de Oviedo rebajó esa multa a la mitad, 240 euros.

Conmoción en Oviedo por el asesinato de una niña de 14 años. J.L.Cereijido

En el hospital

Igor Postolache está en el hospital. Atrincherado en su piso, con el cadáver de Erika en su casa, se acuchilló cuando los policías fueron a detenerlo. La jueza lo acusa de asesinato y de intento de agresión sexual y ha ordenado que ingrese en prisión en cuanto se recupere.

Hasta ahora se ha negado a declarar ni explicar por qué mató a Erika. Los investigadores no han encontrado pistas tampoco en sus redes sociales: tenía un viejo perfil abierto en facebook, sin actividad desde el año 2012, sin amigos, sin fotos y con una frase favorita: "Nadie es perfecto".