Cada 30 de abril, en la casa de los Fernández-Cervera y en la de todos los amigos y conocidos de Déborah se expira un aliento de tristeza, añoranza, en algunos casos rabia o lamento... pero este será diferente. Recordar la ausencia de una hija, hermana o allegada desde hace tantos años siempre es y será doloroso, pero nada comparado con que todos los responsable de esta falta no paguen por los hechos. Y a esto se encara el caso de la joven de Alcabre, cuyo cuerpo fue hallado a los diez días de su desaparición en una cuneta de O Rosal, desnuda y rodeada de pistas falsas.

Veinte años

El próximo viernes se cumplen 20 años de la desaparición y muerte de la joven viguesa, y será entonces cuando el Juzgado de Instrucción 2 de Tui archive la causa al cumplirse el máximo legal para la prescripción. Y es que la interrupción de esta prescripción prevista tras citar al primer investigado hace tan solo un par de meses –su exnovio Pablo P.S-Ll.–, no es extensible a toda la causa, sino que únicamente afecta a la acción penal hacia el imputado. Esto es, una vez archivada la causa, ya no se le puede atribuir a otra u otras personas responsabilidad penal alguna.

Archivo contra otras personas

Cierto es que las líneas de investigación de la Policía Nacional iban dirigidas o enfocadas hacia Pablo P.S-Ll., pero en el que se puede calificar como el informe más clarificador de las actuaciones, la Operación Arcano –rubricada en 2010–, no se descarta la participación de terceras personas en el crimen, por ejemplo para el traslado del cuerpo hasta O Rosal, a más de 40 kilómetros de Samil, donde se le perdió la pista.

Terceras personas

Bien como cómplices, encubridores o coautores, la posibilidad de que otra persona que no sea el hasta ahora investigado afronte algún tipo de responsabilidad por la muerte de Déborah se desvanece ya que resta tan solo una semana para este archivo. La propia jueza instaba hace pocos días celeridad a la hora de recibir los resultados de las últimas diligencias de investigación por la cercana fecha de la prescripción y la imposibilidad, a partir de entonces, de señalar a otros posibles implicados.

Diligencias

Precisamente en esto trabajaban en las últimas semanas el equipo legal que representa a la familia de la joven, tratando de agotar todas las posibilidades y no dando nada por descartado. Cualquier pista o indicio que apunte a una tercera persona o hacia aquellas que hasta el momento no constaban como relevantes en la causa, son ahora prioritarias para que posibles implicados en el crimen no queden impunes.

Y es que a partir del 1 de mayo si hubiera otra persona investigada como cómplice o encubridor o incluso alguien se autoinculpase en los hechos, no habría acción penal posible contra él.

Testificales

Al igual que ocurrió con la expareja de Déborah, solo una nueva imputación o calificación como investigado paralizaría los plazos con respecto a esa persona. Recientemente, los abogados que representan a la familia de la joven solicitaron una decena de testificales, una vez se analizó la declaración de Pablo P. en sede judicial, una de las más importante realizadas hasta el momento.