Pere, de 10 años, dibuja a su padre como un gigante que grita e insulta a su madre y a él mismo, representados en el papel como dos personajes pequeños, asustados. Cuenta que la imagen se ha repetido muchas veces.

Junto al muñeco que le representa, hay una pelota de fútbol. "Pere juega al fútbol, pero no mete goles. Cada vuelta de un partido hay un estallido de violencia. No quiere jugar a fútbol y sonríe para disimular. Es habitual que los menores se disocien, es una defensa de su mente para aislarse de las situaciones dolorosas".

Este es un fragmento del fanzine que forma parte del proyecto '¿Dónde está Gea?', un proyecto para la denuncia, la sensibilización y la pedagogía sobre la violencia machista institucional que ha dado hoy el pistoletazo de salida en la inauguración de una muestra coordinada por varios estudiantes de Bellas Artes de la UPV que han reinterpretado dibujos de niños y niñas víctimas de la violencia vicaria y que estará abierta al público hasta el próximo viernes 6 de mayo. Después, se prevé que la muestra se traslade a la sala Radio City, en València.

Una iniciativa promovida por la Universitat Politècnica de València (UPV), en concreto por la profesora Felicia Puerta junto con la asociación Alanna, la psicoterapeuta Chelo Álvarez y el cineasta y víctima de violencia vicaria, Samuel Sebastián, que continuará con la presentación de un fanzine y un taller de animación audiovisual con víctimas de violencia que culminará en un cortometraje, según explica el propio Sebastián a este periódico.

Historias como la de Pere se recogen en la sala, en la que el ambiente se vuelve serio. Duro. Directo. La idea es sensibilizar y concienciar sobre un horror que afecta a miles de mujeres y niños y que ya se ha llevado por delante la vida de decenas de menores en España.

Durante la presentación ha intervenido la profesora Felicia Puerta, la psicoterapeuta y presidenta de Alanna, Chelo Álvarez, los alumnos y alumnas que han participado en la elaboración de la exposición y el cineasta Samuel Sebastián.

Este último, ha compartido cómo su propia madre, víctima de violencia de género, "había crecido con el miedo de decir las cosas que pasaban dentro de casa". Por eso, "como hijo de una mujer víctima de violencia, debemos estar orgullosos de que el miedo vaya desapareciendo, y muestras como esta ayudan a que se visibilice esta horrible realidad".