Cinco funcionarios de la cárcel de Brians-2, en Sant Esteve de Sesrovires (Barcelona), han sido atacados en la mañana de este domingo por un interno. J. M., que estaba ingresado en el departamento de salud mental (DERT), según ha denunciado el sindicato UGT y han confirmado fuentes de la Conselleria de Justícia a EL PERIÓDICO, diario de este mismo grupo, Prensa Ibérica.

El incidente se ha producido a las 9.25 horas, cuando los funcionarios se dirigieron a la celda donde se encontraba el recluso para arreglar el interfono. Todo y que aparentemente el interno estaba tranquilo, según la Conselleria, se ha puesto agresivo cuando se ha abierto la puerta del habitáculo para que saliera. De repente, ha dado una patada en el pecho a uno de los empleados de la cárcel que intentaba apaciguarle y puñetazos a otro.

En ese momento, el preso logró salir de la celda y con una reja de ventilación doblada ha hecho un corte en el brazo a otro funcionario. Después, siguió dando patadas, en algunos casos en la cara, y puñetazos a los trabajadores del centro penitenciario que pretendían controlarlo. Como consecuencia de la agresión, tres funcionarios han resultado lesionados y trasladados a la mutua y otros dos han sido atendidos en los servicios médicos de Brians-2.

Inmovilizado

Al final, el recluso ha sido inmovilizado durante unas horas. Continuará ingresado en el departamento de salud mental, pero se le aplicará un protocolo de seguridad (acompañado siempre de tres empleados del centro y esposado en los traslados), según fuentes penitenciarias. Se trata de un interno preventivo al que se le atribuye varios delitos: incendio, robo con violencia e intimidación, lesiones y homicidio.

"La implacable actuación y la gran profesionalidad de los compañeros han impedido que hoy no hayamos de lamentar una muerte", sostiene el sindicato UGT. La organización sindical denuncia a través de un comunicado que los efectivos de este departamento "estaban bajo los mínimos exigibles", como "prácticamente está pasando cada día". "Ya avisamos del peligro que esto comporta y como se compromete, de esta manera, la seguridad del centro, la de los mismos internos y la de los trabajadores", sin que la dirección de Brians 2, a su entender, "haga absolutamente nada".