La Fiscalía de Barcelona reclama 18 años de cárcel para un hombre de Vilanova i la Geltrú (Garraf), Domingo C. T., que entre septiembre y diciembre del 2017, presuntamente, invitó a su casa a dos menores de edad tuteladas en un centro para abusar sexualmente de ellas a cambio de dinero, comida, alcohol y alojamiento. Sin embargo, durante la primera sesión del juicio una de las supuestas víctimas se desdijo de lo mantenido durante la investigación y aseguró que se lo inventó todo por "rabia" cuando el acusado dejó de ayudarle económicamente.

El juicio comenzó este martes en la sección tercera de la Audiencia de Barcelona, pero se ha aplazado hasta el 23 de septiembre por la incomparecencia de un segunda supuesta víctima que el tribunal considera "esencial" .Y es que una de las principales testigos de cargo dejó en ascuas al fiscal al explicar que aceptó irse con el acusado simplemente para aprovecharse de él y pedirle dinero, pero no a cambio de sexo. Antes había ejercido la prostitución. "Yo pasaba mucha hambre y él me daba dinero. Vi una oportunidad para sacarle dinero. Me arrepiento", recalcó.

A pesar de ello, una amiga suya confirmó el relato acusatorio, a diferencia de su compañera, y explicó que, en su caso, nunca llegó a entrar al piso de Domingo C. T., pero que sus amigas le explicaban que aceptaban dinero por tener relaciones sexuales con el procesado. También les ofreció droga y alcohol. Esta versión coincide con la ofrecida por una educadora social del centro de menores donde residían las muchachas y que ejercía de tutora de alguna de ellas.

La testigo detalló que la joven bajo su supervisión le admitió que, teniendo apenas 15 años, había tenido relaciones sexuales con el procesado a cambio de dinero, y que llevó a otras amigas suyas a su casa para que ellas también pudieran recibir una remuneración económica a cambio de actos sexuales. Según ella, esta chica le hizo hincapié en que el acusado pedía que llevasen a su casa a niñas de entre nueve y 10 años, cosa que la chica siempre se negó a hacer.

"Situación de desarraigo social"

En su escrito de acusación provisional, la fiscalía atribuye al acusado, que se encuentra en libertad, dos delitos continuados de abusos sexuales, uno de ellos agravado por el hecho de haber abusado de menores de edad, por los que pide, en total, 18 años de cárcel, así como 8 años de libertad vigilada y la prohibición de aproximarse a las víctimas y a sus domicilios. En su opinión, el procesado se prevalía de la "situación de desarraigo social" de las jóvenes. Una de ellas, que entonces tenía 15 años, acudió en tres ocasiones a casa del acusado.

"Tu necesitas dinero, pues yo necesito tener un buen rato", le llegó a decir el acusado en una de esas visitas, entregándole después de tener relaciones sexuales un paquete de tabaco y 100 euros. El primer día que quedó con le solo le dio 30 euros, pero, al final, no hicieron nada. La tercera vez se quedó a dormir con él, el hombre le pidió que le hiciera una felación y se quedó a dormir en su casa. Al día siguiente, le ofreció 70 euros.

La fiscalía detalla que la segunda víctima, que entonces tenía 16 años, padecía una discapacidad del 38% y acudió en diversas ocasiones al domicilio del procesado. Lo conoció en verano y ella iba con su pareja, invitándoles el acusado a una copa en su domicilio. Al día siguiente, siempre según la acusación, el acusado le llamó y mantuvieron relaciones sexuales, dándole este después 70 euros. Esta situaciones se repitieron e, incluso, la víctima participó en tríos.