"Se acabó, ya no trabajo más para ti. Págame lo que me debes y me voy". Fueron las últimas palabras de Ibrahima Diouf, el temporero senegalés desaparecido el 5 de enero de 2021 en Villacarrillo (Jaén), a su jefe, Ginés Vicente. Lo explica a CASO ABIERTO su amigo Abdou Bity: "Aquel día llovía a mares, el campo estaba enfangado y el patrón pidió a Ibrahima y al resto de la cuadrilla que fueran a la finca y recogieran la aceituna de todos modos. Él se negó a trabajar en esas condiciones y discutieron. Entonces, Ibrahima le dijo que se marchaba".

Tras aquella discusión, el jornalero acudió a casa de un compatriota para despedirse: "Le contó que ya había comprado el billete del autobús para viajar a Cartaya (Huelva), donde yo le esperaba para que viviéramos juntos. También le avisó de que había quedado con el patrón esa misma tarde en casa para que le pagara el sueldo que le debía por un mes de trabajo. Después de estar con el jefe, se lo tragó la tierra", recuerda Abdou, que denunció la desaparición de su amigo a la Guardia Civil. Según ha podido saber este medio, los investigadores tienen la certeza de que Ibrahima nunca llegó a coger el autobús.

Como adelantó CASO ABIERTO, la Unidad Central Operativa y el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil están registrando, desde el lunes, varias propiedades del empresario que tenía empleado a Ibrahima. Entre ellas, un garaje en el que, según las pesquisas, se pierde la pista del senegalés. Este miércoles, buscan con georradar en la casa donde se alojaban el temporero y sus compañeros y donde, según ha sabido este medio, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) inspeccionará a fondo un pozo que hay en el patio de esa vivienda.

La Guardia Civil registra la casa de un empresario de Jaén por la desaparición de dos temporeros

La Guardia Civil registra la casa donde el empresario tenía alojados a los temporeros. Agencia ATLAS

Padre de una niña

A más de 3.000 kilómetros del olivar donde trabajó por última vez Ibrahima, su mujer y su hija, de 7 años, esperan noticias suyas desde hace un año y ocho meses. El joven tuvo que separarse de ellas hace cinco años y dejarlas en su casa de Yene, su pueblo de 32.700 habitantes, a 29 kilómetros de Dakar, en Senegal. Ibrahima viajó a España para poder dar a su familia un futuro mejor.

La mujer y la hija de Ibrahima esperan noticias suyas desde Yene, su pueblo en Senegal. El temporero había viajado a España para darles un futuro mejor

Recaló en Bilbao y, poco después, se trasladó a Huelva, donde recolectó naranjas durante cuatro años mientras vivía con Abdou. "En Cartaya nunca tuvo ningún problema, es un chico callado, tranquilo y muy trabajador. Solo quería ganar todo el dinero que pudiera para mandárselo a su mujer y a su niña", cuenta su amigo. En 2020, "empezamos a tener menos faena, entonces un compañero nuestro le habló de un patrón que necesitaba temporeros para hacer la aceituna en Jaén y se fue para allá". Era Ginés Vicente.

Ibrahima llegó hace 5 años procedente de Yene (Senegal), en busca de un futuro mejor. Caso Abierto

Ibrahima no lo sabía, pero su nuevo jefe, con el que empezó a tener problemas nada más llegar a Villacarrillo "porque no le pagaba lo suficiente", había sido investigado por la desaparición de otro temporero africano, Tidiany Coulibaly, un joven de 22 años procedente de Mali al que se perdió la pista el 17 de diciembre de 2013 tras reclamar un sueldo digno al empresario. Ginés Vicente fue condenado por explotar a Tidiany y a otros inmigrantes de su cuadrilla, pero quedó absuelto de su secuestro por falta de pruebas. Nueve años después, Tidiany sigue en paradero desconocido.

Arrancó los carteles

"No queremos que pase como con Tidiany. Necesitamos saber qué le ha ocurrido a Ibrahima, dónde está. Y nos tememos lo peor, creemos que el patrón ha matado a nuestro hermano", lamenta Abdou. Hace un mes, él y otros dos amigos del temporero desaparecido se desplazaron a Villacarrillo para buscar respuestas y se encontraron con el empresario: "Estábamos pegando carteles con la foto de Ibrahima y apareció Vicente. El patrón arrancó el cartel que acabábamos de poner mientras nos insultaba y amenazaba. Nos decía: 'hijos de la gran puta, sois mala gente, os voy a denunciar'".

El rastro de Tidiany Coulibaly se perdió en 2013, cuando trabajaba para el mismo empresario que Ibrahima. Caso Abierto

Los compatriotas de Ibrahima tuvieron un encontronazo con el empresario y con su madre: "le preguntamos: '¿has matado a nuestro hermano?' y él respondió que no conocía a Ibrahima. Entonces, le insistimos: 'si no tienes nada que ocultar, ¿por qué arrancas nuestros carteles? ¿Por qué estás tan nervioso? ¿Qué clase de jefe eres que desaparece un trabajador tuyo y no ayudas a buscarlo y encima te quejas de que lo busquemos?'", recuerda Abdou.

"El matanegros"

Lejos de calmarse, el patrón "fue persiguiéndonos en su coche por todas las calles del pueblo, gritándonos y rompiendo los carteles de búsqueda, así que decidimos pegar algunos cerca de su casa. Entonces su madre salió a insultarnos, gritando que nosotros somos todos unos ladrones y que nos va a meter en la cárcel".

A las sospechas de los compañeros de Ibrahima, se unen las de otros vecinos de Villacarrillo, que conocen al empresario como "el matanegros". Abdou no olvida lo que les dijo uno de ellos: "Cuando estábamos pegando carteles un anciano que vive muy cerca del patrón se acercó y se interesó por nuestro caso. Le dijimos que habíamos perdido a nuestro hermano. '¿Para quién trabajaba?', preguntó. Y cuando le contestamos que para Ginés Vicente le cambió la cara y añadió: 'Olvidaros de verlo con vida, ese hombre ha matado a vuestro amigo'".