Una embarazada de Zaragoza denuncia a su pareja por darle una paliza para que aborte

Aterrorizada, una vecina de Zaragoza entró al hospital Clínico Lozano Blesa de la capital para pedir ayuda. Acababa de recibir una brutal paliza de manos de su pareja, pese a estar embarazada de siete meses. El sospechoso fue inmediatamente detenido por la Policía Nacional.

La agresión machista tuvo lugar en la madrugada de anteayer. La víctima, una joven de 31 años, accedió al centro hospitalario, asegurando que acababa de ser brutalmente agredida por su pareja sentimental y que esta la estaba persiguiendo.

Ante la gravedad de los hechos, los sanitarios que la atendieron en urgencias activaron el protocolo de asistencia de víctimas de la violencia machista, dando avisó al Cuerpo Nacional de Policía. De forma inmediata, la Jefatura Superior de Policía de Aragón estableció un dispositivo de búsqueda a través de la Brigada de Seguridad Ciudadana para tratar de dar con el sospechoso, si bien la búsqueda fue infructuosa.

Finalmente, los agentes acabaron arrestando al sospechoso, identificado como M. F., de origen argelino y de 35 años, como supuesto autor de un delito de violencia sobre la mujer. La víctima, tras ser atendida por los servicios de obstetricia y traumatología para comprobar que tanto ella como el bebé se encontraban bien, fue conducida a las dependencias de la cercana comisaría Delicias, donde interpuso la denuncia.

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En ella, esta mujer aseguró que M. F. no estaba de acuerdo con ese embarazo y que le golpeaba de forma insistente para que abortara, según pudo saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. Afirmó que ha recibido puñetazos y patadas por parte de este joven, especialmente en el vientre. Describió un infierno de convivencia con malos tratos psicológicos en los que este hombre, presuntamente, incluso le habría esgrimido un cuchillo de cocina en tono amenazante. Dijo basta la noche que decidió salir corriendo y pedir ayuda al hospital. Lo hizo con miedo, pues el posteriormente arrestado le siguió sus pasos.

El detenido fue puesto ayer por la mañana a disposición del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Zaragoza, cuya magistrada titular acordó una orden de alejamiento de 500 metros para que no pueda acercarse a la víctima, así como la colocación de un brazalete o pulsera geolocalizadora para tratar de controlar sus pasos en el caso de que quiera quebrantar esta medida. Una orden de protección tomada por la jueza, después de que el sistema Viogén calificara el caso de riesgo alto y los propios agentes realizaran un informe en el que consideraron necesario el establecimiento de medidas especiales de protección.

Después de instalarle dicho brazalete, el hombre fue puesto en libertad provisional, tal y como pidió su abogada defensora, Carmen Sánchez Herrero, al término de una declaración en la que M. F. se acogió a su derecho a no declarar.