INVESTIGACIÓN

Dos detenidos por el secuestro en Marbella de un empresario holandés que sigue desaparecido

La Policía Nacional mantiene una operación abierta por el rapto de Jamal el 22 de agosto de 2020 en Nueva Andalucía - La familia ofreció recientemente una recompensa de 100.000 euros por encontrarlo

Vehículo en el que circulaba Jamal cuando fue secuestrado.

Vehículo en el que circulaba Jamal cuando fue secuestrado. / JOSE TORRES

Dos personas han sido detenidas esta semana en Marbella por su presunta implicación en el secuestro de Jamal, el ciudadano holandés de origen marroquí que actualmente sigue desaparecido. Estos arrestos, adelantados por El Confidencial y que han confirmado fuentes policiales a este diario, se producen casi dos años y medio después del suceso, tiempo en el que la familia de la víctima no ha tenido ninguna noticia sobre el paradero de la víctima. La desesperación de su entorno les llevó a ofrecer a finales del pasado mes de enero a ofrecer una recompensa de 100.000 euros a quien aportara los datos necesarios para localizarlo o saber qué ha sido de él. La operación continúa abierta.

El secuestro se produjo sobre las 22.00 horas del 22 de agosto de 2020, fecha en la que Jamal y su mujer, padres de cinco hijos, pasaban unos días en Marbella. Ambos volvían de cenar cuando dos vehículos les cortaron el paso cerca de la intersección entre la avenida del Prado y la calle París. Varios hombres armados y disfrazados de policías los sacaron del vehículo a golpe de culatas y se lo llevaron delante de su esposa.

Desde entonces, no ha habido petición de rescate ni un mensaje que pueda arrojar luz a la motivación del secuestro. Los investigadores son más partidarios de la primera y de un fatal desenlace. Un informe sobre el caso indica que la policía holandesa vincula a Jamal con el tráfico de drogas en aquel país, un extremo que su entorno rechaza argumentando la ausencia de antecedentes y la trayectoria del cabeza de familia como empresario de la construcción y en la comercialización de relojes de lujo en Dubái.

Tras el secuestro, la principal vía de investigación de la Policía Nacional se apoyó en unas escuchas captadas en unas actuaciones contra el tráfico de drogas y a cuya transcripción ya accedió este diario. Los audios, que tomaron relevancia tras la desaparición, fueron grabados el 9 de agosto de aquel año (trece días antes del secuestro) en un coche ocupado por varios hombres que hablaban y buscaban a un «marroquí de holanda» al que no llegan a nombrar, pero cuya descripción coincidía con la de Jamal. Las conversaciones revelan que trataban de localizar a un tipo que tenía el mismo reloj, un Richard Mille blanco, y los mismos modelos de coches de lujo que el desaparecido. Incluso hablaron del Mercedes G Mansory que la víctima conducía cuando lo secuestraron y del que destacaban que su tapicería amarilla era «muy reconocible».

La búsqueda acabó sin éxito, pero las escuchas captadas al día siguiente del secuestro en el mismo vehículo ocupado por el tipo que lideraba el dispositivo de Puerto Banús mantuvieron viva esta vía policial. El coche se encontraba en una calle de Nueva Andalucía realizando labores de contravigilancia cuando, sobre las 16.00 horas, otro varón se subió al mismo para informar al conductor sobre el secuestro de Jamal. Lo nombró y añadió que los autores podrían ser un grupo de franceses que utilizaron dos coches blancos para raptarlo. Pidió ayuda al conductor para localizar a su amigo y este le respondió que él mismo está conviviendo con unos franceses a los que describe como unos «asesinos» a los que «todos temen» y que han matado al menos a diez personas. El conductor se esforzaba por aparentar que no sabía quién era Jamal a pesar de que su interlocutor le describe los coches que tiene, los mismos que el primero buscaba días atrás. Tras prometerle que preguntaría a los franceses por ese asunto, ambos se despidieron. Días después, la Policía Nacional ejecutó la orden de registro de la vivienda del grupo con el objetivo de esclarecer el secuestro y el asesinato del día anterior, pero los agentes no hallaron nada de interés para dichas investigaciones.