Caso de pederastia

Denuncian que decenas de niños fueron violados durante años en un centro de Palma

Varias víctimas confirman que fueron agredidas sexualmente de forma reiterada en Nazaret durante la década de los 80 - El presunto agresor creó su propio hogar de acogida para menores en Son Sardina, donde habrían continuado los abusos

Exterior del edificio del centro de menores Nazaret, en la calle Joan Miró de Palma.

Exterior del edificio del centro de menores Nazaret, en la calle Joan Miró de Palma. / ENRIQUE CALVO

Xavier Peris

Es probablemente el caso de pederastia más grave de la historia de Mallorca. Varios hombres que estuvieron ingresados durante los años ochenta en la Fundación Nazaret, un centro tutelado de menores dependiente del Obispado ubicado en la calle Joan Miró de Palma, han denunciado que uno de los monitores violó de forma reiterada a decenas de niños a lo largo de más de una década. Este hombre, F.C.M.F., que en la actualidad tiene unos 65 años y reside en Perú, creó posteriormente un centro de acogida en una casa de Son Sardina, donde prosiguieron los abusos. Las víctimas no denunciaron los hechos hasta que uno de ellos, Toni Estela, publicó un vídeo grabado el pasado mes de octubre en el que se enfrenta a su abusador y le obliga a pedirle perdón. "Igual pudimos hacer algo hace 30 o 40 años, pero yo ya lo olvidé y me arrepentí", admite el hombre.

Tras la difusión de este vídeo ha habido otras víctimas que han admitido que ellos también fueron violados por este hombre cuando eran niños y estaban ingresados en Nazaret. Estas víctimas han solicitado permanecer en el anonimato, aunque confirman que todo lo que dice Toni Estela es verdad, y que los niños que fueron violados se cuentan por decenas. "Jamás lo hablamos entre nosotros, pero todos lo sabíamos", comenta uno de ellos.

Las agresiones sexuales se repitieron a lo largo de más de una década en los años ochenta en el centro Nazaret, dependiente del Obispado de Mallorca. En aquella época había un centenar de niños en el centro de menores. Todos varones de entre seis y quince años. Cursaban la EGB y se marchaban cuanto terminaban octavo curso.

El relato de las víctimas es muy parecido: "Yo tenía diez años cuando ingresé en Nazaret, porque mi familia no se podía hacer cargo de mí", comenta uno de ellos. "Era 1982 y estuve allí cinco años. Este tutor tenía entonces unos 25 años y solía llevarnos a un pequeño grupo de niños de acampada muchos fines de semana. Tenía una furgoneta con colchones, y nos llevaba a la playa o a la Serra de Tramuntana". Fue en una de estas escapadas, cuando se quedaron solos un domingo en la furgoneta, cuando este hombre sufrió abusos por primera vez.

"Después él se comportaba con normalidad, como si no hubiera pasado nada", recuerda la víctima. "Hasta el siguiente fin de semana, que volvió a pasar. Desde entonces las agresiones se repitieron con regularidad. Durante los cinco años que estuve allí me agredió sexualmente prácticamente cada dos semanas".

Las agresiones ocurrían también en el mismo centro. El monitor dormía allí entre semana. De madrugada subía al dormitorio, en el que había una veintena de niños, y se llevaba a alguno a su cuarto. Las víctimas eran conscientes de que había más niños que sufrían los abusos, sin embargo, nunca hablaban entre ellos de lo que les había ocurrido. Todos callaban. Y siguieron callando durante años, pese a que muchos han sufrido graves secuelas psicológicas.

"Yo lo tenía olvidado, como si no hubiera pasado", comenta uno de ellos. "De hecho, si me hubieran preguntado hace un año, lo habría negado, habría dicho que es mentira. Pero estoy yendo a un psicólogo y ahora he podido empezar a hablar de todo lo que me pasó".

Después de tantos años es difícil apuntar a una cifra de niños que habrían sufrido las agresiones sexuales a manos de este hombre. Todos coinciden en que serían varias decenas, y apuntan a que podrían ser unos setenta.

Toni Estela es la única víctima que ha denunciado estas agresiones sexuales, aunque varias décadas después. Lo hizo en 2016 ante la Policía Nacional, y el pasado mes de enero repitió la denuncia en un juzgado de Palma. Su relato coincide con el anterior. "Yo entré en Nazaret en 1983, con once años, y estuve allí hasta los catorce. Durante este tiempo fui violado por este hombre numerosas veces, al menos una vez a la semana. Venía por la noche al cuarto en el que dormíamos unos veinte niños y se me llevaba a mí o a algún otro a su habitación. A veces a varios a la vez. Era muy cariñoso y amable, nos engatusaba, y después de abusar de nosotros nos hacía un regalo, como una caja de bolígrafos".

Al parecer ninguna de las otras víctimas llegó a denunciarle hasta décadas después. El hombre permaneció como profesor y monitor en la Fundación Nazaret durante más de una década. Posteriormente se construyó una casa en Son Sardina. En los años noventa puso en marcha allí un centro de acogida de menores que llamó Ca Meva, que llegó a albergar a una docena de chicos. Las presuntas agresiones habrían proseguido allí durante años.