Investigación

Detenidos en Pontevedra el hijo y la nieta de una mujer de 78 años tras su muerte por inanición

Los investigadores creen improbable que el marido, también enfermo, esté implicado en la desnutrición

La vivienda en la que vivía la mujer está situada en el casco viejo de Cangas do Morrazo.

La vivienda en la que vivía la mujer está situada en el casco viejo de Cangas do Morrazo. / Gonzalo Martínez

R. M. / G. M.

La Guardia Civil de Pontevedra ha detenido y puesto a disposición judicial en el municipio de Cangas do Morrazo al hijo y la nieta de una anciana fallecida por un "déficit alimentario severo". Se les acusa de un presunto delito de homicidio imprudente al no prestar la asistencia adecuada a la mujer con la que vivían en el mismo domicilio.

La conclusión de la autopista a la mujer de 78 años se realizó a petición del juzgado de instrucción número 1 de Cangas basándose en las circunstancias "sospechosas" del óbito, y es la que desembocó en la detención de un hijo y una nieta por parte de la Guardia Civil.

Estas dos personas convivían en la misma vivienda sita en el entorno de la excolegiata junto a la anciana y al marido de esta, un hombre también de avanzada edad y con problemas serios de salud. Pero más que un hogar, por las condiciones tan precarias que presentaba la vivienda, los investigadores la comparan con una «casa de los horrores».

A los dos detenidos se les acusa de un presunto delito de homicidio imprudente al sospecharse que desatendieron a la mujer, quien llevaba encamada desde hace años. Ambos han quedado en libertad tras tomársele declaración según ha confirmado esta mañana el subdelegado del Gobierno en Pontevedra. Abel Losada ha precisado que la investigación afecta también al marido, si bien los responsables de las pesquisas ven poco probable la intervención de este hombre dado su debilitado estado de salud y sus problemas de movilidad.

"Nunca nadie se dirigió a Servicios Sociales"

Para los vecinos de esta mujer, su fallecimiento ha sido toda una sorpresa. Todos los consultados por FARO coinciden en que hace muchos años que no la veían por la calle, pero que en absoluto podrían sospechar que sufría esa supuesta desatención por parte de sus familiares.

Tampoco el Concello tenía constancia de lo que supuestamente estaba ocurriendo en el interior de esta vivienda o algún indicio de que pudiera afectar a una persona hasta el punto de conducirla hasta la muerte. "Nunca nadie se dirigió a Servicios Sociales", asegura la alcaldesa Araceli Gestido.

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