INVESTIGACIÓN

Homicidios investiga si el exalcalde de Gandia realmente sufrió un pinchazo antes de ser asesinado de un tiro

Las cuatro ruedas están aparentemente intactas, pero falta saber si el ex alcalde reparó o hinchó el neumático antes del crimen - Los investigadores tratan de verificar las últimas seis horas del empresario

La Guardia Civil registra el lugar del asesinato de Arturó Torró

Perales Iborra

Valencia

Un crimen premeditado y planificado. Pero, ¿quién y por qué? La de la planificación es la principal hipótesis con que trabaja el grupo de Homicidios de la Guardia Civil de València para resolver el asesinato del ex alcalde de Gandia por el PP Arturo Torró, adelantado este jueves en exclusiva por Levante-EMV, hipótesis que se basa, entre otros elementos, en la última llamada conocida que realizó la víctima, minutos antes de las 20.00 horas del miércoles. Fue a un amigo suyo, con quien estaba hablando por teléfono para contarle que acababa de visitar una de las ópticas de la cadena que regentaba para interesarse por el negocio. Ni siquiera fue una llamada de petición de auxilio, sino rutinaria, para contarse cómo les había ido el día. Es lo que se deduce del testimonio de ese amigo de la víctima.

Mientras hablaban, el interlocutor afirma haber escuchado a través de su teléfono un pitido de alerta del vehículo, un Mercedes, y el empresario y expolítico, que tenía 62 años de edad, habría soltado una expresión de disgusto y le habría dicho "he pinchado la rueda". Luego, dice que se despidió rápido con un "te dejo, te llamo luego" y que ya nadie volvió a hablar con él. Eran las 19.55 horas. En ningún momento le habló de sentirse amenazado ni le comunicó dónde estaba o si iba a detener o no el vehículo.

Así lo ha relatado el interlocutor a la Guardia Civil durante su comparecencia en el cuartel de Gandia, donde también ha sido inspeccionado Mercedes de Torró y donde también ha prestado declaración la actual pareja de la víctima, así como otras personas de su círculo más íntimo.

Lo que intenta establecer ahora Homicidios, que está comprobando esos últimos pasos del ex alcalde de Gandia partiendo de ese relato, es si su asesino le siguió desde el municipio de la Ribera donde Torró habría dicho que pasó parte de la tarde después de haberle pinchado o deshinchado la rueda. Si fue así, ya solo habría tenido que esperar a que parase el coche para detenerse tras él y cometer el crimen.

Comprobar versiones

Sin embargo, esa teoría tiene algunos peros. El más importante es que las cuatro ruedas del coche están perfectas. Ni pinchazo, ni baja presión. Al menos, en apariencia y a la espera de una revisión más profunda.

Por tanto, solo hay dos posibilidades, o el testigo que habló con él poco antes de las 20.00 horas se equivoca o Arturo Torró llegó a parar en algún punto del camino a Gandia para hinchar la rueda afectada o para reparar el supuesto pinchazo. Y, si fue así, las preguntas surgen solas: ¿Por qué el asesino no le atacó en ese punto? ¿Temía ser visto? ¿Se arriesgó a dejarle seguir para luego tener que improvisar y hacerle parar con una nueva estratagema?

Lo que está claro es que no se han apreciado señales de lucha, ni dentro del vehículo, que está impoluto, ni en el cuerpo de la víctima, lo que apunta a que el autor o autores se le pudieron acercar sin levantar demasiadas sospechas. ¿Le hicieron señales en marcha de que tenía un problema en el coche para obligarle a detenerse y se acercaron con la excusa de ofrecerle ayuda? De momento, son más las preguntas que las respuestas.

En todo caso, el punto donde acabó parando no es el más indicado sino todo lo contrario, salvo que se trate de una emergencia. Y, desde luego, si hubiera temido una agresión, no lo habría hecho en esa zona, en la que no hay escapatoria ni posibilidades de pedir ayuda.

Lo que sí ha comprobado la Guardia Civil es que el ataque fue sorpresivo por inesperado, lo que eliminó cualquier posibilidad de defensa o de huida de Torró, quien no había denunciado amenazas o temor a una agresión inminente en los últimos tiempos –la última denuncia formal por supuestas amenazas son de 2013 y tenían una clara dimensión política–, según han confirmado fuentes de toda solvencia.

Horas sin responder al móvil

La alerta habría saltado más tarde, cuando su pareja empezó a impacientarse porque no llegaba a casa. "Iban pasando las horas y no llegaba ni contestaba a las llamadas, por lo que su mujer empezó a ponerse nerviosa, convencida de que le había pasado algo, porque él siempre cogía el teléfono a la primera. Ella estaba segura de que algo le había pasado", explica una fuente próxima al fallecido.

Es el mismo relato que la mujer realizó ante la Guardia Civil. Tanto ella como el amigo han explicado que, pasadas las 22.00 horas, ella llamó a esta persona, a sabiendas de que tenían muy buena relación, y le trasladó su preocupación porque no respondía a sus llamadas telefónicas. En esa conversación, el amigo de Arturo Torró le habría explicado su conversación con él a las ocho de la tarde en la que le había dicho lo del pinchazo.

Después de conocer ese hecho y viendo que seguía sin haber respuesta telefónica, la mujer, acompañada de su hermana, se fue con su coche por la A-38, en dirección norte, para realizar el recorrido inverso del que necesariamente había hecho su pareja para regresar a casa.

Nada más salir de Gandia por esa vía rápida, y después de rebasar la curva a la izquierda que bordea la montaña del castillo de Bairén, ambas vieron el Mercedes de Torró con las luces dadas, parado en el arcén, pero en los carriles de entrada a Gandia, por lo que tuvieron que continuar por la A-38 hasta el primer cambio de sentido, en la salida Xeresa-Xeraco.

A ocho metros del coche

Sobre las once de la noche, se detuvieron detrás del Mercedes del empresario. Al ver que no estaba dentro, miraron por los alrededores y fue su pareja quien, ha relatado, lo encontró tirado sobre la maleza, bocarriba, a entre ocho y diez metros del coche. Esa zona fue ampliamente rastreada ayer por la mañana por agentes de la Guardia Civil, que se ayudaron de un detector de metales para buscar el casquillo.

Las mujeres llamaron de inmediato al 112, que alertó al Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) de Sanidad, desde donde se llegaron a enviar dos ambulancias, una unidad del SAMU, cuyo equipo médico solo pudo certificar la muerte de Torró, y un Soporte Vital Básico (SVB).

Además de los servicios sanitarios, el 112 envió al lugar a la Guardia Civil, que activó a su grupo de Homicidios y a agentes del laboratorio de Criminalística, desplazados ambos desde València. Puesto en marcha el protocolo de muertes violentas, los agentes informaron al juzgado de guardia de Gandia y al forense.

Según la información a la que ha tenido acceso Levante-EMV, el ex mandatario de la capital de la Safor recibió un único tiro en el pecho con un arma de fuego de calibre pequeño. En un primer momento, el forense que acudió al levantamiento certificó la existencia de una lesión, casi seguro mortal, a la altura del corazón. Dada la escasa luz, se optó por trasladar el cuerpo sin más manipulación al Instituto de Medicina Legal de València para practicarle la autopsia este jueves y determinar si se trataba de un disparo, como apuntaban todos los inicios, o si pudo ser infligida con un punzón o un arma blanca alargada.

Así mismo, durante el levantamiento fueron detectadas marcas en el cuello, por lo que se pidió a los forenses que practicaron la autopsia que aclarasen si había habido estrangulamiento, algo poco compatible con el tipo de asesinato, o no.

Confirmado: es un disparo

Finalmente, los médicos han concluido que la lesión del pecho es producto de un disparo con un calibre pequeño y que las heridas del cuello son pequeñas escoriaciones superficiales en absoluto letales, producidas casi con toda seguridad al rozar la piel del cuello con las cadenas y cordones de oro que la víctima llevaba y que no le fueron arrancadas.

Lo que ya no está tan claro es si se las produjo su verdugo por agarrarle por el cuello, algo bastante extraño en un criminal que va a emplear un arma de fuego contra su víctima y que es capaz de matar de un tiro certero en el pecho, o si son anteriores al homicidio en unas horas.

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