La operación de búsqueda del joven desaparecido en Formigal terminó este miércoles de la peor manera. La Guardia Civil encontró su cadáver en los alrededores de donde se le vio por última vez. Se trata de Marcos Durá Cano, del que no se tenían noticias desde la madrugada del domingo. Era vecino de un pueblo de la provincia de Valencia, Benaguasil, y fue un amigo quien dio la voz de alarma.

El dispositivo de búsqueda de este miércoles comenzó con las primeras luces de la mañana, tras no obtener ningún resultado positivo el martes, cuando se prolongó hasta última hora de la tarde. El operativo contaba con la colaboración de perros especializados en búsqueda de personas y se estaba centrando en las inmediaciones del núcleo urbano de Formigal, donde ha caído mucha nieve en los últimos días.

La Guardia Civil mantiene abierta la investigación, aunque según pudo saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN el cadáver no presentaba señales de violencia. Ahora el cuerpo será remitido al anatómico forense para realizarle la pertinente autopsia para determinar las causas concretas de la muerte, si bien todo apunta, según fuentes medicolegales, a la congelación.

Ficha del desaparecido.

Ficha del desaparecido.

Varios familiares de Marcos, entre ellos su padre y su hermano, se habían desplazado hasta Huesca para seguir de cerca las labores de búsqueda. «De momento no sabemos nada, ni siquiera nos han dejado verlo», lamentaba su hermano. «La Guardia Civil nos ha dicho que nos tenemos que esperar a lo que diga la autopsia para saber realmente qué ha pasado», añade este familiar.

Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que el joven se desorientara, después de haber estado bebiendo en un pub, cuando regresaba al Hotel Nieve Sol en el que estaba alojado con un amigo con el que había viajado desde Valencia para pasar unos días esquiando en la estación de Aramón-Formigal.

Se le vio por última vez en torno a las 4.30 horas del domingo en el interior del pub Grajo junto a unos amigos que había conocido y procedían de Castellón.

El motivo de la desaparición repentina está bajo objeto de estudio por parte de los agentes del instituto armado que, por el momento, califican el asunto de «voluntario», aunque existen una serie de indicios preocupantes como son que abandonó rápidamente el bar, dejándose la chaqueta de abrigo de color azul que llevaba con las llaves del coche en su interior, así como dinero en efectivo y las tarjetas. Es decir, estaba desprovisto de cualquier forma de pago. El vehículo Volkswagen Sirocco con el que se desplazó al Valle de Tena, tras la inauguración de la temporada de esquí, quedó estacionado en el aparcamiento.

Con lo único que se marchó del lugar fue con su teléfono móvil, si bien este no ha estado operativo desde entonces.