SUCESOS EN ARAGÓN

Tres años de cárcel por atracar un banco en Almudévar y encerrar a los empleados en la caja fuerte

Dos ladrones asaltaron la caja rural de Almudévar y se llevaron 92.000 euros. La Guardia Civil dio con los autores al mes siguiente y les pillaron con 43.000 euros

Los atracadores encerraron en esta caja fuerte a los empleados de la caja rural de Almudévar a punta de pistola.

Los atracadores encerraron en esta caja fuerte a los empleados de la caja rural de Almudévar a punta de pistola. / El Periódico de Aragón

L. M. G.

Zaragoza

No les pareció suficiente con atemorizar a los empleados de la Caja Rural de Aragón en Almudévar para conseguir un suculento botín de 92.000 euros, sino que luego decidieron encerrarlos en la caja fuerte para abandonar la entidad con la calma. Veinte largos minutos permanecieron dentro. Por suerte, los empleados pudieron avisar a la Guardia Civil a través del botón del pánico que se hallaba en dentro. Los responsables de este asalto, Francisco Puértolas Biesa y Gonzalo Biesa Ruiz, aceptaron ayer una condena de 3 años de prisión.

Una pena muy inferior a la inicial de 11 años que solicitaba la Fiscalía Provincial de Huesca que llegó a un acuerdo con los abogados defensores, Laura Vela y Alejandro Giménez Planas. Vieron así reducido el tiempo que van a pasar entre rejas, si bien antes tuvieron que abonar 22.000 euros para reparar el daño realizado y se comprometieron a indemnizar a los dos empleados de la entidad bancaria con 7.000 euros por los daños morales.

Siete días fue el tiempo que estos dos hombres, vecinos de Casetas y Sabiñánigo, permanecieron en libertad disfrutando del dinero atracado. Cuando la Guardia Civil dio con ellos ya no tenían todo el dinero, les quedaban 43.780 euros en billetes fraccionados. También les intervinieron tres pistolas simuladas, siendo una de ellas de aire comprimido de calibre 4,5 mm, una caja de munición real de calibre 9 milímetros Parabellum, bridas y documentación.

El asalto se produjo cuando faltaban diez minutos para las 14.00 horas un 14 de julio de 2020. Accedieron de manera individual a la sucursal bancaria, cubriendo su rostro ayudándose de gafas de sol y gorra, además de mascarilla. Se dirigió a una de las empleadas preguntando por una transferencia. En ese momento de despiste entró el segundo atracador, mientras esgrimía una pistola diciendo: «Esto es un atraco», dirigiéndose al empleado que estaba en prácticas al que maniató con unas bridas y le obligó a tirarse al suelo.

El otro hizo lo propio con la bancaria a la que le dijo: «No te muevas, no te muevas, que si no tocas nada, tranquila, que no te va a pasar nada, pero si te mueves te pegaré un tiro en el cuello y en la cabeza». Al mismo tiempo le exigió las llaves para ir a la caja fuerte a la vez que le arrebataba su DNI. «Si llamas a la Guardia Civil y nos pasa algo iré a tu casa a buscarte», le amenazó.

Una vez se apoderaron de todo el dinero que había dentro de la caja fuerte, les obligaron a meterse dentro y les encerraron. El documento nacional de identidad se lo llevó con el botín.

El mismo día del atraco la Guardia Civil consiguió identificar a los posibles sospechosos y se inició un dispositivo de control sobre los mismos. Ambos sospechosos adoptaban importantes medidas de seguridad para evitar ser detectados. Después del atraco, los dos se encontraron en el aparcamiento de un supermercado y de allí se trasladaron hasta una gasolinera con poco tránsito, donde uno le entregó un paquete al otro, separándose y regresando a sus respectivos domicilios. 

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