Alerta amarilla
Pueblos aislados y carreteras cortadas tras una semana de fuertes tormentas
Cimballa ha quedado incomunicada varias horas por los fuertes torrentes
El Jalón y la comarca de Calatayud, las zonas más castigadas
Algunos pueblos recomiendan evitar el agua de boca por las afecciones en las depuradoras
«No tenemos medios técnicos ni humanos para abordar la situación», asegura un alcalde

El agua impide el acceso a la localidad de Cimballa. / El Periódico de Aragón

Pueblos aislados, cortes de suministro eléctrico, problemas de circulación, trenes suspendidos. Las tormentas siguen causando estragos en Aragón tras una semana de lluvia incesante en casi todos los puntos de la comunidad. El entorno y los barrancos que desembocan en los ríos Jalón y Piedra, en la comarca de Calatayud, son los que han concentrado la mayoría de los incidentes en una jornada en la que pocas demarcaciones han estado libres de incidentes.
Unos 150 vecinos de Cimballa quedaron este miércoles aislados durante varias horas en diferentes momentos de la jornada de ayer debido al desbordamiento del río Piedra en a carretera CV-671 en dirección a Aldehuela de Liestos. No hubo que lamentar daños personales, pero los daños en los terrenos de cultivos serán cuantiosos. La piscifactoría también sufrió desperfectos de gran calado y además se escaparon los peces con la subida del nivel de las aguas. «No recuero haber visto jamás algo así», explicó el alcalde Cecilio Roy. Bajo el barro quedaron anegados caminos, canales y abastecimientos, un problema que se repite en multitud de localidades.

Báguena sigue lididando con las aguas torrenciales. / El Periódico de Aragón
La situación de emergencia también se ha repetido en Torralba de Ribota. «El pueblo es un enorme rastro de barro», explicó el presidente de la comarca de Calatayud, Ignacio Marcuello. Por el momento, como alcalde de la localidad de Sabiñán, también afectada por las lluvias, ya ha lanzado un bando alertando sobre el consumo de agua de boca. «Es mejor usar la menos posible», destacó, ante las afecciones que se están produciendo tanto en los sistemas de abastecimiento y depuración municipales como en los vertidos. Por parte de la comarca se ha solicitado a los ayuntamientos afectados que preparen un listado de daños para trasladarlos al Gobierno de Aragón y la DPZ para lograr restablecer «el día a día» lo antes posible.
En Albalate del Arzobispo, la turbidez del río Martín causó preocupación a los vecinos y se recomendó utilizar las reservas de agua potable almacenadas. Y en Anento estaban valorando la posibilidad de renovar la tubería que llega desde el manantial, saturada de barro.
Unos desprendimientos de piedras en un acceso a Huesca a través de la antigua travesía de la N-240 obligaron a cortar el tramo y a desviar el tráfico en dirección a Barbastro a través del interior del casco urbano .
Los barrancos sin control en el entorno del Matarraña obligaron a desalojar en la madrugada de ayer a una familia de Fayón. Los Bomberos y la Guardia Civil tuvieron que intervenir mientras dos de sus miembros esperaban en el tejado de la casa. Solo cuando bajó el nivel del agua en el comienzo de la mañana pudieron acceder a la vivienda sin daños personales.

Labores de limpieza en la carretera de acceso a Fayón / DPZ
Se calcula que en poco más de una hora pudieron descargar hasta cincuenta litros. En la localidad, según explicó el alcalde Roberto Cabistany, también resultaron afectadas las depuradora, caminos y varias casas. «No tenemos medios técnicos ni humanos para hacer frente a los desperfectos», lamentó.
En la provincia de Teruel el río Jiloca y los torrentes que desembocan en su cauce se desbordaron en diferentes puntos tras recibir tormentas de más de treinta litros por metro cuadrado. El puente de piedra de Báguena estuvo a punto de desbordarse en varios momentos del día. Y en Maluenda (en Zaragoza), el mismo río taponó uno de los puentes debido al arrastre de tierras y arbustos.
Las carreteras más afectadas por las lluvias estuvieron en la zona baja del Ebro. La AP-2 fue impracticable para la circulación en la salida de Pina en dirección a Zaragoza, así como la N-234 entre Burbáguena y Luco de Jiloca, por un desprendimiento sobre la calzada. Otro desprendimiento complicó el acceso a Abizanda y la inundación de la calzada afectó a Bello en la carretera A.2506. También pasó en Gelsa, Bello u Odón.
La circulación de trenes estaba cortada al cierre de esta edición entre Quinto y La Zaida.
La Confederación Hidrográfica del Ebro reiteró que se mantiene una intensa vigilancia en los ríos ante una situación meteorológica adversa que podría prolongarse, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), hasta el inicio del fin de semana.
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