SUCESOS EN ARAGÓN

La Guardia Civil celebra un siglo de servicio en Mequinenza

El cuartel del Instituto Armado a orillas del ‘mar de Aragón’ ha celebrado esta semana el centenario de su fundación con un programa cargado de actos para conmemorar la efeméride

"La gente nos tiene mucha estima", afirma el cabo primero Aythami González.

Momento de la parada y posterior desfile militar, este sábado por la mañana, en Mequinenza. | GUARDIA CIVIL

Momento de la parada y posterior desfile militar, este sábado por la mañana, en Mequinenza. | GUARDIA CIVIL

Zaragoza

Mequinenza (Zaragoza) está de enhorabuena. El acuartelamiento con el que cuenta la Guardia Civil en el municipio bajocinqueño, a orillas del conocido como mar de Aragón, acaba de soplar las velas de su cien cumpleaños. Y lo hace con un estado de salud inmejorable, una tranquilidad de la que no pueden presumir otros puestos del medio rural aragonés que languidecen por la falta de guardias civiles. Pero allí, en esta localidad al oriente de la comunidad, el cuartel se ha acostumbrado a colgar el cartel de lleno, lo que redunda en una mayor sensación de seguridad para unos vecinos que, a lo largo de esta semana, han disfrutado de un completo programa de actividades con motivo de la efeméride. «No se cumplen 100 años todos los días», se enorgullece Aythami González, cabo primero de la Guardia Civil y segundo comandante del puesto de Mequinenza, en declaraciones a este diario.

González y sus compañeros juegan un papel fundamental en la vertebración del territorio bajocinqueño al abarcar una demarcación, la correspondiente a los términos municipales de Mequinenza y Fayón, estimada en alrededor de 370 kilómetros cuadrados. Los agentes pertenecen a la Compañía de Caspe, prestan servicio en los municipios vecinos de Caspe, Escatrón y Maella cuando trabajan «como núcleo operativo» y su trabajo varía «de verano a otras épocas del año». Entre mayo y septiembre, por ejemplo, sus esfuerzos se centran en las inspecciones «casi diarias» que realizan en las explotaciones agrarias con motivo de la campaña de recogida de la fruta y la venida de centenares de temporeros para trabajar en el campo. El objetivo, según explica el cabo primero González, no es otro que «evitar la trata de seres humanos».

A lo largo de los meses de primavera y de verano, además, compaginan la supervisión en el campo con la lucha contra las macroplantaciones de marihuana. Y es que, a partir de marzo, los traficantes limpian el terreno y, cuando llega septiembre, ya recogen lo sembrado en grandes superficies de las que aprovechan su «relieve montañoso» y «escarpado». Tanto es así que el tamaño de las plantaciones que desmantelan asciende a una media de 2.500 plantas de marihuana. Algo «más puntuales» son los robos en domicilios al tratarse Mequinenza, entre Barcelona y Madrid, de una zona de paso para las bandas organizadas. Pero su servicio no solo está orientado hacia los malos, sino también a la prevención con los mayores y los jóvenes en los centros educativos a través de las charlas impartidas en el conocido como Plan Director.

Abajo, la placa conmemorativa por el aniversario del cuartel. | GUARDIA CIVIL

Abajo, la placa conmemorativa por el aniversario del cuartel. | GUARDIA CIVIL

Con esta idiosincrasia cumple un siglo de vida el cuartel de Mequinenza, una efeméride cuya celebración se comenzó a gestar hace más de un año, en noviembre de 2023, cuando desde el propio acuartelamiento se remitió la propuesta a los altos mandos del Instituto Armado. Ahora, explica el cabo primero González, se han «superado» sus expectativas. A las charlas dirigidas a estudiantes y mayores del jueves se sumó el viernes la exhibición de medios de la Guardia Civil –«ni me imaginaba que viniera el helicóptero», subraya el agente– y, ayer, la parada militar y desfile presidida por el general jefe de la Guardia Civil de Aragón, Francisco Javier Almiñana. Junto al jefe de la Comandancia de Zaragoza, el coronel Luis Germán Avilés, y el alcalde de Mequinenza, Antonio Sanjúan (PSOE), descubrieron una placa conmemorativa a las puertas del cuartel.

Fue el culmen de una semana cargada de celebraciones para reivindicar la importancia con la que cuenta el acuartelamiento entre los propios vecinos de Mequinenza. «La gente siempre va a ver un coche patrulla y para ellos es un alivio tener un cuartel de la Guardia Civil que está lleno. Es un reto estar todos los días de cara a la ciudadanía y me gustaría destacar la profesionalidad de todos mis compañeros para estar siempre al servicio del ciudadano», concluye el cabo primero González. La Benemérita, en Mequinenza, lo lleva haciendo nada más y nada menos que cien años. Un siglo de vida.

El cabo primero González, en una de las charlas impartidas esta semana.

El cabo primero González, en una de las charlas impartidas esta semana. / SREVICIO ESPECIAL

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