Alarma en la cúpula de la Policía por el aumento de los robos con violencia en Zaragoza

Cuchillos, navajas o machetes son algunas de las armas que acompañan la comisión de los robos con violencia e intimidación, aunque los citados golpes, en ocasiones, no requieren de su empleo porque los delincuentes se bastan de su propia destreza para ejecutar, por ejemplo, la técnica del mataleón. Son algunos de los recursos que a lo largo del pasado fin de semana facilitaron la comisión de más de una quincena de robos con violencia en Zaragoza, de ahí que, según ha podido saber ahora EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, los mandos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón estén barajando la adopción de varias medidas para frenar esta sangría de delincuencia. Se da la coincidencia de que, a principios de este año, la Jefatura decidió prescindir del grupo especializado en investigar los robos con violencia después de cinco años de trabajo desde su creación en febrero de 2019.

Las alarmas han terminado por saltar a lo largo de los últimos días en la capital aragonesa tras registrar el pasado fin de semana numerosos episodios de esta naturaleza. El asunto no es baladí porque no son hurtos reconvertidos, tal y como se conoce en el argot policial a meros hurtos que luego finalizan con la agresión al correspondiente vigilante de seguridad que le da el alto a cualquier amigo de lo ajeno. Al contrario: la Policía ha podido constatar que son agresiones violentas que incluso envían a las víctimas a un centro hospitalario debido a la gravedad de las heridas.

Tanto es así que la víctima de un mataleón sufrió graves lesiones cervicales después de que un grupo de jóvenes de origen magrebí le arrebatara sus efectos personales para completar en su favor cargos bancarios por importes ínfimos. De una pizzería se llevaron la recaudación de la caja registradora tras amenazar con la navaja al propietario y un encapuchado amenazó con un cuchillo a un viandante en Delicias.

De la investigación de estos ilícitos se hacía cargo el Grupo de Robos con Violencia e Intimidación hasta que la Jefatura Superior de Policía de Aragón decidió prescindir de esta unidad especializada, disolviendo el grupo a comienzos de este mismo año. A día de hoy, las cinco comisarías de distrito –Actur-Rey Fernando, Arrabal, Centro, Delicias y San José– se encargan de la investigación de estos golpes, asumiendo una mayor carga de trabajo las dependencias de Delicias y Centro. Ello no excluye, no obstante, de pequeños repuntes de delincuencia en otras demarcaciones zaragozanas, tal y como sucedió hace dos semanas en el entorno de La Azucarera, en el barrio del Arrabal, con la detención de cuatro menores de edad que rodeaban a jóvenes para robarles.

Algunos de los episodios que reflejan el aumento de los robos con violencia en Zaragoza han quedado reflejados en las páginas de sucesos y tribunales de este diario, tal y como sucedió el pasado 2 de noviembre con la detención de un hombre de 46 años de edad y de origen magrebí por amenazar de muerte con un cuchillo al vigilante de seguridad de un Alcampo ubicado en la calle Santander. Solo 48 horas antes, el 31 de octubre, la Policía detuvo a otro varón de origen magrebí por agredir al guardia de un supermercado Día de la calle Torre Nueva, junto al Mercado Central, una vez el trabajador descubrió que había hurtado varios productos.