Muere 'Luis El Argelino', un indigente que dormía al raso junto al Mercado Central

Los bajos mercurios que congelan Zaragoza han precipitado esta mañana la muerte de Serouzi Allouchi, alias Luis El Argelino, un indigente inválido de 51 años que en los últimos días dormía en un banco de la avenida César Augusto, próximo al Mercado Central. Varios viandantes han dado la voz de alarma alrededor de las 10.30 horas al presenciar cómo le salía "espuma" por la boca, de ahí que le hayan colocado en posición lateral de seguridad mientras esperaban la llegada de una ambulancia. Para entonces todavía tenía pulso, "un pulso flojo" según han relatado varios testigos, que se ha apagado antes de la llegada de los servicios sanitarios. Los médicos solo han podido confirmar el fallecimiento de una persona "muy vulnerable" cuyo cadáver ha sido retirado por la Hermandad de la Sangre de Cristo para practicarle la autopsia y certificar las causas del deceso.

Quienes conocían a Luis El Argelino han precisado a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN que solía dormir junto a un amigo en el Pasaje Ebrosa, próximo a la parroquia Nuestra Señora del Carmen, adonde se desplazaba a diario para comer con cargo a la solidaridad de la beneficencia. Hace un mes, aproximadamente, ingresó en un hospital de la capital aragonesa y, tras recibir el alta médica, fue acogido en la casa de un conocido hasta que en los últimos días decidió dormir otra vez en la calle. En esta ocasión cambió su ubicación habitual en el paseo María Agustín por los alrededores del Mercado Central, donde se había acomodado en un banco de la avenida César Augusto.

La víctima llevaba "más de 20 años" viviendo en Zaragoza, donde comenzó a trabajar en una gasolinera que le rebautizó con el nombre de Luis El Argelino porque sus compañeros tenían dificultades para pronunciar su nombre original, Serouzi Allouchi. En estos momentos cobraba una pensión de incapacidad permanente, ya que tenía "medio cuerpo paralizado" y requería "siempre" de una muleta para andar sin que nadie de su círculo más cercano haya sabido concretar el origen de sus problemas de movilidad. "Era una persona muy vulnerable y muy cronificada en la calle", han concretado sus más allegados, quienes también han explicado que sufría problemas de un consumo elevado de alcohol. "El vino y el frío se lo han llevado", han lamentado otros compañeros que comparten su mismo modo de vida.

"Muy buena persona"

Al fallecido le habían ofrecido en muchas ocasiones un recurso habitacional en el Albergue Municipal, pero últimamente lo había declinado porque no estaba dispuesto a aceptar las normas de convivencia del centro. Según ha informado el Ayuntamiento de Zaragoza, su última visita al albergue se remonta a agosto de 2024 tras intercalar varias épocas de asistencia y alojamiento desde que llegara por primera vez allí en 2015. En enero del año pasado, por ejemplo, fue acogido en el marco del dispositivo de frío extremo tras presentar un estado de salud "muy delicado" y, a pesar de ello, siempre rechazó la intervención especializada a través de los servicios municipales. "El máximo proceso de ayuda que se le podía ofrecer era cubrir sus necesidades básicas", han asegurado otras fuentes consultadas por este diario, quienes se han referido a Luis El Argelino como una "muy buena persona" que nunca había generado problemas de convivencia.

El Ayuntamiento de Zaragoza mantiene activado el dispositivo por emergencia de frío

La concejala de Políticas Sociales, Marian Orós, ha manifestado el pésame por su muerte en representación del consistorio zaragozano y ha aclarado que la víctima "no quiso" ponerse a disposición de los servicios municipales. "Toda la red que tenemos para las personas sin hogar cuenta con un dispositivo extenso para garantizar que ninguna persona tenga que dormir en la calle y menos en época de frío", ha indicado Orós.

Era una persona conocida entre los indigentes que se mueven por el centro de la capital aragonesa, a quienes la confirmación del deceso les ha conmocionado pues tenían la esperanza de que los médicos pudieran reanimarle. "Ha querido quedarse en la calle. Yo ya le dije: 'no te quedes, que te vas a morir de frío'. Le voy a echar de menos, se va a notar que no está aquí... le veía todos los días", ha concluido uno de sus conocidos. "Nadie debería morir en la calle", ha añadido otro.