SUCESOS EN ARAGÓN

Tensión entre dos clanes en la Audiencia de Zaragoza: "Mi marido estaba muy débil y vinieron a rematarlo"

La mujer del acusado declara que a su hija no le aceptaban en la otra familia porque "no era virgen"

Alfonso Tomás G. G., este miércoles, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Alfonso Tomás G. G., este miércoles, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Zaragoza

Todavía habrá que esperar varios días para que los protagonistas de una reyerta entre clanes en Ejea de los Caballeros (Zaragoza) aclaren el móvil de la trifulca que la madrugada del 25 de febrero de 2022 finalizó con la muerte de Manuel Carbonell Hernández, alias Mikel. Pero, esta mañana, ya se ha comenzado a esclarecer lo sucedido después de que la esposa del principal acusado -Alfonso Tomás G. G.- haya puesto de manifiesto las rencillas que mantenían enfrentadas a las dos familias como consecuencia del matrimonio que había contraído su hija mayor con uno de los hermanos de la víctima. "A mi hija la rechazaban porque con 14 años tuvo una relación y no era virgen. La despreciaban y por eso la estaban discriminando", ha declarado Divini Hernández, la primera de la familia que se levantó sobresaltada de la cama y se asomó a la ventana al escuchar "voces", "amenazas de muerte" y "golpes en la puerta". "Mi marido estaba muy débil y me dijeron que venían a rematarlo", ha remachado.

Son las palabras que ha pronunciado Divini en el marco de un clima de tensión que incluso ha provocado la salida de una de las asistentes a la vista mientras se dirigía al acusado al grito de "asesino de mierda" y "me cago en tus muertos 20 veces". En ese momento, el presidente del tribunal del jurado, el magistrado Alfredo Lajusticia, ha solicitado la presencia de más agentes en la sala, un refuerzo que se ha hecho efectivo con la entrada de tres miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP) que esperaban en los pasillos a la espera de prestar servicio de protección. Tampoco ha pasado desapercibida la presencia de tres guardias civiles en los accesos a la Audiencia Provincial de Zaragoza, uno más de lo que es habitual.

Para entonces, la esposa de Alfonso Tomás G. G. ya había retomado su declaración al recordar que días antes había llamado a su suegra después de que su hija así se lo pidiera. De su interrogatorio se infiere que la siguiente toma de contacto con el otro clan ya fue el citado enfrentamiento en el número 29 de la calle Juliana Larena. "Es muy duro revivir esto... (llora), tenían varas, navajas e incluso una pistola. A mi marido le partieron el tabique nasal y le reventaron la cara. Parecía un monstruo", ha contado Divini con "mucho miedo" y "mucha angustia". "No nos dio tiempo de huir por el corral porque ya estaban dentro de la vivienda. Alfonso me dijo que cogió la escopeta para asustarlos. Pero no fue un asesinato, fue en defensa propia", ha continuado.

"Se quedó asombrado"

A la escena del crimen llegó en primer lugar una patrulla de la Policía Local cuyos agentes se encontraron a padre e hijo armados con una escopeta paralela y otra superpuesta, respectivamente, cuando accedieron a la vivienda tras encontrarse un cadáver a las puertas del domicilio. "Mi impresión es que sorprendí a Alfonso cuando le dije que estaba muerto... se quedó asombrado. Intuí que tenía miedo de lo que pudiera pasar a posteriori. Dijo que cuidáramos a su familia, que aquí iba a haber más muertos", ha afirmado uno de los agentes. A los pocos días, de hecho, la vivienda fue pasto de las llamas y quedó completamente calcinada. "Me quemaron mi casa y mi coche. Me quemaron todas mis pertenencias", ha ratificado Divini.

Luego llegaron varias patrullas de Guardia Civil, entre ellos, agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) destinados en el puesto de Casetas y otros destinados en el puesto de la capital de la comarca de las Cinco Villas. "Nada más llegar nos dijo que había sido él y que no le había quedado más remedio que defenderse", ha precisado uno de los guardias civiles que accedió al interior del domicilio, donde intervinieron dos kilos de cannabis, tres escopetas, cuatro cartuchos sin detonar y un quinto detonado. "La puerte estaba dañada y había palos de madera alrededor", ha descrito.

Mientras que el ministerio fiscal solicita una pena de seis años de cárcel para Alfonso Tomás G. G. por un delito de homicidio con la concurrencia de la eximente incompleta de legítima defensa, la acusación particular a cargo de la abogada Jennifer Gil eleva la pena privativa de libertad hasta los 20 años, también para su hijo, por un delito de asesinato. La defensa ejercida por Marina Ons, por su parte, interesa la absolución de Alfonso al entender que actuó en legítima defensa. Junto a ambos también se sientan en el banquillo de los acusados tres de los asaltantes -Jonathan G. B., Noel G. B. y Ángel C. C-, defendidos por Javier Elía y Felipe Lafuente.

La vista se reanuda este jueves a las 10.00 horas con la toma de declaración a otros familiares de ambos clanes, entre ellos, el padre del fallecido o la otra hija de Alfonso y Divini. Está previsto que los cinco acusados sean interrogados el próximo miércoles tras solicitar declarar en último lugar una vez se haya practicado toda la prueba testifical y pericial. Se trata de una práctica que se está convirtiendo habitual en este tipo de procedimientos después de que el asesino machista de Villanueva de Gállego, el pasado mes de diciembre, y el autor del crimen del ladrillazo, el pasado mes de septiembre, ya se beneficiaran de ello tras sendas solicitudes de sus abogados.

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