Denunciado otra vez un exentrenador de fútbol ya condenado por pedofilia en Zaragoza

Un joven declara que sufrió abusos tras contactar con una cuenta falsa de Instagram

Imagen de archivo de Cristian Pardillos Gracia en el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA).

Imagen de archivo de Cristian Pardillos Gracia en el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA). / ARCHIVO EL PERIÓDICO

Zaragoza

Un entrenador de fútbol base debe ser un referente entre los niños que se inician en el deporte rey. Se trata de una figura que debe inculcar unos valores de respeto y de disciplina por encima de los resultados que luego se cosechan en el terreno de juego. Y, de cara a la galería, Cristian Pardillos Gracia era un entrenador más en Zaragoza. Pero el Grupo de Delitos Tecnológicos desveló en 2011 que Pardillos era realmente un pedófilo al encontrarle 89 vídeos de pornografía infantil y más de 1.000 fotografías de adolescentes desnudos que consiguió a través de una red de 1.172 niños en Tuenti bajo el seudónimo de Sara. En febrero de 2013, el Tribunal Supremo ratificó la condena de ocho años de cárcel que firmó inicialmente la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza por un delito de corrupción de menores. Ya ha cumplido entonces con el castigo penal aunque, según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, un joven le ha denunciado por prácticas similares a las que le llevaron a prisión hace más de diez años.

Así consta en la denuncia que, el 10 de octubre de 2024, interpuso un adolescente zaragozano en las dependencias de la comisaría Actur-Rey Fernando. Ante los investigadores de la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM), el joven precisó que Pardillos se puso en contacto con él a través de Instagram. En esta ocasión, también lo hizo desde una cuenta anónima (@epi_fit) con la que le ofreció ayuda para sus entrenamientos de calistenia. Las conversaciones continuaron a lo largo de los días siguientes hasta que, en julio de 2024, Pardillos le ofreció un puesto de trabajo.

Al final quedaron en un local del paseo Longares para abordar cuestiones contractuales, pero la sorpresa del denunciante fue mayúscula al descubrir que allí no había rastro de la persona con la que había mantenido ese contacto previo. Según explicó el denunciante a los agentes de la UFAM, desde un primer momento le sorprendieron las bromas sexuales que hacía Pardillos y que al final derivaron en varios episodios de tocamientos de sus genitales. Ese día no denunció por «miedo» a lo que le pudiera pasar. «Si tú y yo nos enfadamos alguna vez, no pasaría nada salvo que me la líes muy muy...», le dijo el entrenador al joven, según declaró este último ante los investigadores. Pero, ya en octubre, otra cuenta de Instagram contactó con él para ofrecerle un entrenador privado. Y, cuando recibió el número de teléfono de este entrenador, comprobó que coincidía con el de Pardillos.

Este fue el detonante para que el joven decidiera denunciar los citados episodios, unos hechos que llevaron a la detención de Pardillos y a su posterior puesta en libertad tras pasar a disposición judicial. Por el momento, el procedimiento avanza en fase de instrucción y, el pasado 9 de enero, el denunciante fue citado a declarar ante el Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza para ratificar el contenido de su denuncia.

Se trata del mismo modus operandi que ya utilizó hace años cuando se hacía pasar por adolescentes –Sara, NaniZgz y Guarilla– en Tuenti hasta que tejió una red de contactos que alcanzaba a 1.172 niños, la mayoría de ellos vinculados a clubes como el Amistad, el Hernán Cortés, el Oliver o el Atlético Delicias. Con estas identidades, precisamente, logró hacerse con fotografías de menores desnudos, a los que luego amenazaba con hacerlas públicas si no le enviaban otras imágenes y vídeos de carácter sexual. Incluso llegó a pedir a sus víctimas que grabaran a sus compañeros de equipo en las duchas, un chantaje que uno de los menores acabó contando a sus padres. A raíz de esta confesión se inició en 2009 una investigación que culminó en 2011 con su detención y posterior condena a ocho años de cárcel. En noviembre de 2009, además, el Juzgado de lo Penal número 7 ya le condenó a nueve meses de prisión por abusos sexuales. 

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