Condenada por intentar colar en la cárcel de Zuera dos condones llenos de hachís ocultos en su vagina

Introducir droga en la cárcel no es una tarea sencilla debido a los controles de seguridad establecidos en los accesos a los centros penitenciarios. Y, ante la dificultad del reto, vaya por delante la imaginación de los visitantes para proveer de hachís o de cocaína a los reos. Si no, que se lo digan a la novia de un preso que intentó colar 100 gramos de hachís en dos preservativos que se había introducido previamente en la vagina. Pero un guía canino detectó el olor y marcó a la mujer para que acabara entregando las dos bellotas de hachís a una funcionaria del centro. Ayer, A. S. G. (España, 1998) reconoció los hechos ante el Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza y aceptó una pena un año y seis meses de cárcel como autora de un delito de tráfico de drogas.

Estos fueron los términos del acuerdo suscrito entre el ministerio fiscal y la defensa ejercida por el abogado Francisco Javier Antoranz, y que también recoge el pago una multa de 1.000 euros y la suspensión de la pena de prisión a cambio de que la joven no delinca durante los dos próximos años. Los hechos referidos se remontan a la primera hora de la mañana del 24 de noviembre de 2023, en torno a las 09.00 horas, cuando la joven se disponía a pasar por el arco se seguridad para acceder al interior de la cárcel de Zuera.

El perro antidroga con el que cuenta el centro marcó a la mujer, que decidió entregar voluntariamente los 100 gramos de hachís que ocultaba en dos preservativos ocultos en su vagina. Se da la circunstancia de que la joven se disponía a entregar la droga a Epifanio Javier Jiménez Hernández (España, 1988), condenado a tres años y seis meses de cárcel por encargarle a un sicario la muerte del exmarido de su abuela en La Muela. Junto a él fueron condenados otros tres miembros de clan por la citada vendetta.