Un enfermero defiende que no violó a una compañera de quirófano: "Siempre dejaba que ella llevara la iniciativa"

La Audiencia de Zaragoza juzga a un varón por agredir sexualmente a una mujer con la que mantuvo "una relación abierta y liberal"

Imagen del hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.

Imagen del hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. / GOBIERNO DE ARAGÓN

Zaragoza

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza juzgó ayer a un enfermero como presunto autor de dos delitos de agresión sexual por, supuestamente, violar en dos ocasiones a una compañera con la que inició «una relación abierta y liberal» a pesar de que, para entonces, el acusado ya mantenía una relación sentimental con quien a día de hoy todavía es su pareja. La denunciante aludió a dos encuentros, uno en septiembre de 2021 y otro en febrero del año siguiente, en cuyas fechas también coincidió el procesado.

Pero ambos difirieron en el consentimiento sobre el que versa el procedimiento judicial, pues la mujer reiteró que llegó un momento en el que ella le transmitió que no quería tener ninguna relación sexual con «nadie» que no fuera su pareja. «Yo estaba abierto a lo que ella quisiera y siempre dejaba que llevara la iniciativa, pero la decisión de dejar de tener relaciones sexuales vino porque yo tenía la ilusión de tener una familia (...) El mayor cambio que noté en ella fue cuando le dije que iba a buscar otro hijo con mi mujer. Estaba más fría, más tensa... empezó a tener un comportamiento más agresivo», se defendió el acusado.

Ambos declararon que se conocieron en el «quirófano» del citado centro hospitalario en 2020, una relación meramente laboral que derivó en varias citas sexuales de las que eran conocedoras las respectivas parejas de ambos. De hecho, la denunciante incluso llegó a dormir en la casa del acusado y de su familia al carecer de dinero para sufragarse un recurso habitacional. «Vi abrirse la puerta e intuí que entraba alguien a decirme que era la hora de comer. Me empujó, se metió debajo del edredón y, cuando lo tuve al lado, vi que vino completamente desnudo. Me bajó la braga. Ahí sentí mucho miedo, le pedí que parase y que se pusiera un preservativo al menos», declaró en alusión a uno de los episodios denunciados. «Me pidió que fuera a su cama a hacerle mimos y me empezó a ronear. Fue una relación sexual normal y corriente», alegó el acusado.

Por todo ello, tanto el ministerio fiscal como la acusación particular a cargo de la abogada Xenia Cabello solicitan penas que en su conjunto suman hasta 15 años de cárcel a razón de ocho años de prisión por el primero de los episodios y de otros siete años por el segundo. La indemnización asciende a 9.000 euros.

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