Dos detenidos por una pelea en el Gancho: "¡Cualquier día voy a coger una bombona de gas y te quemo vivo!"

El robo de un teléfono móvil desencadenó el domingo por la noche una pelea en la calle Cerezo, en el barrio zaragozano del Gancho, que se saldó con la detención de dos varones de origen magrebí que se enzarzaron al propinarse puñetazos y empujones en presencia de la Policía. A ambos se les detuvo como presuntos autores de un delito de lesiones, si bien a A. K. (Argelia, 1998) también se le imputa el hurto del terminal, y al segundo –A. C. (Argelia, 1994)–, la resistencia que ofreció a los agentes que le detuvieron. En los calabozos de la comisaría Actur-Rey Fernando, además, este último precisó a los funcionarios policiales que su compatriota argelino le amenazó de muerte al gritarle en árabe: «¡Cualquier día voy a coger una bombona de gas y te quemo vivo!».

Los hechos referidos se remontan a la noche del 16 de marzo, en torno a las 23.30 horas, cuando una dotación de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón acudió a la voz de alarma de una mujer a la que le robaron el móvil en la calle Cerezo. Allí todavía se encontraba A. K., si bien el ladrón no se amilanó ante la llegada de los agentes e incluso se dirigió hacia ellos diciéndoles que la mujer vendía cocaína en su casa.

En un momento dado irrumpió en escena A. C., quien se abalanzó sobre su compatriota para propinarle un puñetazo en la cara que desencadenó una pelea en presencia de los agentes. Uno de ellos ofreció una mayor resistencia para ser arrestado al bracear para evitar los grilletes. Ambos durmieron en los calabozos de la comisaría Actur-Rey Fernando, donde A. C. aprovechó para explicar a los agentes que el otro detenido le había amenazado de muerte en árabe.

Asistidos por los abogados Carmen Sánchez Herrero, Luis Ángel Marcén y Esmeralda Pastor, los dos detenidos quedaron en libertad tras pasar ayer por la tarde a disposición judicial ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza, en funciones de guardia. Ambos cuentan con dos antecedentes en su currículum delictivo por delitos de receptación, lesiones, amenazas, reclamación judicial o entrada ilegal en territorio nacional.