Un vecino de Valdejalón defiende que no abusó de su hijastra: "Me he comido a besos a mis hijos toda la vida"

La Fiscalía pide seis años de cárcel, pero el acusado alega que eran episodios de "mimos" y de "juegos"

La niña reveló los presuntos abusos sexuales cuando la profesora le sacó a la pizarra a corregir un ejercicio de matemáticas.

La niña reveló los presuntos abusos sexuales cuando la profesora le sacó a la pizarra a corregir un ejercicio de matemáticas. / EL PERIÓDICO

Zaragoza

Un vecino de la comarca de Valdejalón ha insistido este miércoles en que nunca abusó de su hijastra, una menor de 16 años que el 28 de febrero de 2024 reveló los presuntos abusos sexuales al llorar "desconsolada" en el colegio cuando la profesora le sacó a la pizarra a corregir un ejercicio de matemáticas. Entonces refirió que su padrastro le manoseaba los pechos y los glúteos, aunque el acusado lo desmintió por completo y habló de "mimos" y de "juegos" como el pressing katch para justificar que nunca existió intención sexual en lo que él siempre ha considerado muestras de afecto a la pequeña. "Me he comido a besos a mis hijos toda la vida. Yo era el chiquipark de los hijos de mi grupo de amigos en la piscina, los cogía de los pies y los acompañaba de la mano para que cayeran en vertical al agua", zanjó.

La fiscal le ha preguntado por las palmadas en el culo que le daba a la pequeña y que cesaron después de que la niña se sintiera incómoda con ello. "Se lo hacía a ella, a su hermano y a mi hijo como forma de decir campeones, ¡a por el mundo!", ha alegado el acusado. "Era para que salieran corriendo, pero se cortó", le ha defendido la madre de la niña y su actual pareja sentimental. También le ha interrogado la fiscal por otra serie de episodios que en su día relató la denunciante en dependencias judiciales, una declaración en fase de instrucción que se ha reproducido como prueba preconstituida ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza, presidido por el magistrado Mauricio Murillo.

Se trata de un testimonio cuya credibilidad no han podido analizar las psicólogas del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa), al recalcar ambas que era un relato "bastante breve" y "con pocos detalles". Sí que han puntualizado que la niña refirió "diferencias" entre el "estilo educativo" de su padre biológico y el de su padrastro, sobre lo que también se ha pronunciado la madre. "Mi exmarido es un padre distante, no juega ni interactúa con ellos (sus hijos). Si tengo que comparar a ambos, sí que es un padre frío. Son opuestos totalmente", ha afirmado. "Antes jugábamos como si fuera esgrima, pero el juego se acabó porque su padre le dijo que no era un juego", ha dicho el acusado en el turno de la última palabra.

Por todo ello, el ministerio fiscal solicita una pena de seis años de cárcel al entender que los hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual a una menor de 16 años, si bien el abogado defensor del acusado, el letrado José Sorrolla, ha interesado su absolución. La causa la ha dirigido el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de La Almunia de Doña Godina.

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