Condenado a cuatro años de cárcel por dejar sordo de un puñetazo a un militar en Huesca

El agresor se jactó de dejarle inconsciente en el suelo y ahora le tendrá que indemnizar a la víctima con 240.000 euros

La víctima quedó sorda del oído izquierdo, y prácticamente del oído derecho, como consecuencia del puñetazo.

La víctima quedó sorda del oído izquierdo, y prácticamente del oído derecho, como consecuencia del puñetazo. / EL PERIÓDICO

Zaragoza

Andrés Gonçalves García, el vecino de Huesca que el 5 de septiembre de 2021 dejó sordo a un militar de la División Castillejos al propinarle un brutal puñetazo en la mandíbula, ha aceptado este miércoles una pena de cuatro años de cárcel como autor de un delito de lesiones graves al reconocer los hechos ante la Audiencia Provincial de Huesca. Así se desprende del acuerdo suscrito entre el ministerio fiscal, su abogado defensor y la acusación particular a cargo del letrado Cristian Monclús, y que también recoge el pago de 240.000 euros de indemnización por los daños físicos y morales y las secuelas que a día de hoy sufre la víctima: una sordera completa en el oído izquierdo y del 86% en el oído derecho y una pérdida de equilibrio que le han obligado a abandonar las filas del Ejército de Tierra y su "sueño" de convertirse en guardia civil.

De todo ello se jactó el ahora condenado cuando le abandonó inconsciente en el suelo después de que la víctima le reprochara que estaba acosando a una chica en la plaza Nuestra Señora de Salas. Como consecuencia del puñetazo, el militar quedó inconsciente al golpearse la cabeza hasta en dos ocasiones contra el suelo, lo que provocó su ingreso en la uci del hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza. Allí se sometió a una primera intervención quirúrgica que consistió en una craneotomía y en un drenaje de sangrado a la que en noviembre se sumó la colocación de un implante coclear.

"Ante estos hechos, jactándose de lo ocurrido y refiriéndose al estado en el que se encontraba la víctima, repitió en varias ocasiones 'He sido yo', deduciéndose de tales manifestaciones el deseo del resultado conseguido, sin mostrar signos de arrepentimiento ni de preocupación por la situación provocada", recoge el relato de hechos que Andrés Gonçalves García ha reconocido este mismo miércoles. "Tanto el presunto agresor como el grupo que lo acompañaba emprendieron la huida del lugar, siendo necesaria la intervención de la Policía, a quienes no dudaron en presentar resistencia", prosigue.

El agresor, siempre en libertad

En aquel momento, la víctima tenía 27 años y estaba destinada en las filas de la División Castillejos cuya sede se encuentra en el acuartelamiento Sancho Ramírez de Huesca. El agresor no ha pasado ni una noche en el centro penitenciario de Zuera después de que así lo decretara el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Huesca, en funciones de guardia. Y en estos momentos todavía está por ver si Andrés Gonçalves García ingresa finalmente en la cárcel, pues su abogado va a solicitar la suspensión de la condena una vez que el fallo ya se ha declarado firme.

Para ello se va a alegar su drogadicción, aunque se trata de un argumento que no se había puesto de manifiesto en ningún momento del procedimiento judicial que ha culminado cuatro años después de la vil agresión. De hecho, la celebración del juicio se llegó a señalar el 8 de mayo del año pasado, pero se suspendió y se aplazó hasta el 26 de marzo de 2025 después de que el acusado solicitara la defensa de un nuevo abogado.

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