Condenado un vecino de Delicias por obligar a una menor a masturbarle

El acusado reconoce los hechos y acepta una pena de dos años de cárcel

Imagen de recurso de un agente del Cuerpo Nacional de Policía.

Imagen de recurso de un agente del Cuerpo Nacional de Policía. / EL PERIÓDICO

Zaragoza

Un vecino del barrio zaragozano de Delicias, Alberto Azael Murillo Chapin (Ecuador, 1990), aceptó este martes una pena de dos años de cárcel como autor de un delito de abuso sexual al reconocer que manoseó y obligó a masturbarle a una menor de 13 años, precisamente, una amiga de la novia de su sobrino. Así se desprende del acuerdo suscrito entre el ministerio fiscal, la acusación particular a cargo del abogado Francisco García Berenguer y la defensa ejercida por Carmen Biel, y que también recoge el pago de 6.000 euros de indemnización a la víctima. Pero el acusado no ingresará en prisión al suspenderse la condena a cambio de que no delinca en los próximos cuatro años.

Los hechos tuvieron lugar el 29 de agosto de 2021 por la noche. Según consta en el escrito de acusación, este ecuatoriano de 34 años residía entonces en una vivienda ubicada en la calle Padre Manjón junto a sus tíos y el hijo de ambos. Ese día, precisamente, su sobrino llegó a casa junto a su pareja y una amiga de esta para quedarse a dormir allí. Lo hicieron en un dormitorio compartido en el que también dormía el ahora condenado al contar la estancia con una cama y una litera.

En la litera de arriba se acomodaron su sobrino y su pareja y en la de abajo durmió la amiga, donde se coló Murillo Chapin para manosearle los senos y los genitales hasta que le obligó a practicarle una felación. Momentos antes ya le había pedido su número de teléfono, había entablado conversación con ella a través de WhatsApp y le comenzó a preguntar si era virgen mientras le animaba a practicarle sexo oral desde su cama. Al final, la joven logró zafarse de su agresor y, ya desde la calle, llamó a su amiga para contarle lo sucedido.

Mientras que la Fiscalía solicitaba inicialmente tres años de cárcel, la acusación particular elevaba la pena privativa de libertad hasta los seis años y medio a razón de cinco años de prisión por un delito de abuso sexual y de otros 18 meses por un delito de corrupción de menores. La causa la ha dirigido el Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza y el fallo ya es firme al señalar las partes que no presentarán recurso de apelación ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA).

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