El jurado libra de la prisión permanente revisable a la madre que asfixió a su bebé en Zaragoza

El jurado ha librado de la prisión permanente revisable a Tatiana Diguele Nuñez (España, 1993), la madre que el 23 de febrero de 2024 asfixió a su bebé de ocho meses para que dejara de llorar y luego lo abandonó muerto en un banco del CaixaFórum. Así lo reconoció la acusada a la Policía, una confesión que a lo largo del juicio fue valorada por la fiscal Piedad Félez para modular el castigo punitivo del crimen al retirar la pena de prisión permanente revisable e interesar el pasado jueves, y reiterar este lunes, una condena de 26 años de prisión. Y, al igual que sostuviera entonces la Fiscalía, el jurado también ha descartado hoy que Tatiana presentara algún tipo de trastorno mental.

A ello aludieron los médicos y los psicólogos forenses que en estos últimos meses se han entrevistado con la acusada al zanjar que su imputabilidad era "plena". Con la atenuante cualificada de confesión, la presidenta del tribunal del jurado, la magistrada Nicolasa García Roncero, redactará la sentencia a lo largo de los próximos días y determinará finalmente la condena que recaerá sobre Tatiana, cuyo abogado defensor, el letrado Alejandro Soteras, ha interesado la imposición de 25 años de prisión. La Fiscalía y la acusación particular solicitan elevar la pena hasta los 26 años de privación de la libertad.

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Los miembros del jurado, seis mujeres y tres hombres, han necesitado algo más de seis horas de deliberación desde que, pasadas las 11.00 horas, se les ha entregado el objeto del veredicto, un cuestionario de 27 preguntas al que pronto han dado respuesta mientras han permanecido bajo custodia policial en la Audiencia Provincial de Zaragoza. En él también han hecho constar su negativa a la suspensión de la condena y al indulto de la acusada.

La confesión de Tatiana

Hace una semana, Tatiana volvió a declararse culpable después de que ya lo hiciera hace un año cuando confesó el asesinato a la Policía, aunque en un primer momento llegó a fingir que su desaparición y la de su hijo se trataba de un secuestro. "Deambulé sin rumbo porque estaba muy nerviosa, muy asustada y no sabía lo que hacer. Al final conté lo sucedido (a la Policía), me derrumbé y les conté dónde fue, cómo fue, a qué hora...", afirmó Tatiana.

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Pero, ¿qué tenía que contar Tatiana? El 23 de febrero, sobre las 16.00 horas, asfixió a su bebé con un cojín, lo montó ya muerto en el carro, paseó por las calles de Zaragoza y lo escondió en un banco cerca del CaixaFórum. El cadáver permaneció a la intemperie casi 40 horas mientras su pareja denunciaba su desaparición hasta que la propia Tatiana llamó al 112 el día 25. Entonces defendió esa cortada del secuestro. Lo único que no ha considerado probado el jurado es que la acusada indicara a la Policía el lugar exacto donde había ocultado el cadáver de su hijo, así como que tampoco facilitó de forma rápida el hallazgo del cuerpo sin vida de su hijo.