Absuelven a un pederasta que cumple otra condena por violar a su hijastra en Tarazona

El pedófilo está en la cárcel porque ya fue condenado a diez años y seis meses por agredir a la otra menor

Vasile Galban, en el banquillo de los acusados de la Sección Tercera de la Audiencia de Zaragoza.

Vasile Galban, en el banquillo de los acusados de la Sección Tercera de la Audiencia de Zaragoza. / A. T. B.

Zaragoza

Vasile Galban (Rumanía, 1976) cumple en estos momentos una condena de diez años y seis meses de cárcel por violar a su hijastra de nueve años en Tarazona y, desde el centro penitenciario de Zuera, esperaba ahora conocer el fallo de la sentencia por un segundo juicio en el que su otra hijastra también le acusaba de agredirla sexualmente. Pero su estancia entre rejas seguirá siendo la misma después de que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza le haya absuelto de este segundo episodio por el que llegó a afrontar penas que en su conjunto sumaban otros siete años de prisión.

Esta fue, precisamente, la acusación que formuló la representante del ministerio fiscal a razón de seis años de cárcel por un delito de agresión sexual y de otro año de cárcel por un delito de exhibicionismo de material pornográfico. Así lo había asegurado la menor cuando fue interrogada en fase de instrucción, una declaración que en el juicio celebrado el pasado 14 de marzo de reprodujo como prueba preconstituida. Entonces afirmó que Vasile Galban se portaba "muy mal" con ella y con su hermana al hacer "cosas feas".

"Vasile nos dijo que tenía miedo de dormir solo, ¿y sabes qué? Eso es mentira. A mi hermana le bajaba los pantalones y, cuando yo estaba dormida, me bajó la cremallera del pijama hasta la tripa. Nos puso vídeos de cochinadas, de una chica desnuda con un chico desnudo. Le pregunté por qué gritaba la chica y me dijo que era música de amor", escuchó el tribunal provincial, presidido por la magistrada Nicolasa García Roncero.

La credibilidad "no se podía concluir"

Preguntada por la credibilidad del testimonio de la joven, una psicóloga forense precisó que "no se podía concluir" si era creíble o no porque el discurso que había prestado en las dependencias del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Único de Tarazona era "muy breve" y "se basaba siempre en otras ideas". "La niña no contó un relato completo, sino un episodio", reforzó otra compañera de profesión.

En último lugar declaró el acusado, quien defendió que la denuncia de la menor respondía a "la venganza", "la rabia" y "el odio" que sentía su expareja contra él. Y no solo negó todo ello, sino que incluso se declaró inocente de la primera denuncia por la que en estos momentos cumple una condena de diez años y seis meses de cárcel. "He sido mal juzgado. Yo no he violado a nadie", remachó a preguntas de la fiscal.

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