La Fiscalía pide 40 años de cárcel a un acusado por dos asesinatos en el Gancho

La Policía le imputó otro homicidio al detenerle por la muerte de una búlgara en un piso okupado

José Miguel C. O. (España, 1973), durante el registro de una cochera aledaña al lugar en el que yacía el cadáver de la víctima

José Miguel C. O. (España, 1973), durante el registro de una cochera aledaña al lugar en el que yacía el cadáver de la víctima / A. T. B

A. T. B.

Zaragoza

Si un asesinato ya es un fenómeno extraordinario, todavía lo es más la sucesión de homicidios con la huella del mismo criminal como, por ejemplo, el sangriento paso que tuvo Igor El Ruso en Aragón tras asesinar al ganadero José Luis Iranzo y a los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero. De semejante tragedia ya han transcurrido siete años y, desde entonces, la comunidad no se había enfrentado a un criminal de tal envergadura hasta que, en mayo del año pasado, la Policía detuvo a José Miguel O. C. (España, 1973), alias Josemi, por, supuestamente, matar a un hombre y a una mujer en un edificio okupado de la calle Boggiero, en el barrio zaragozano del Gancho, con una diferencia de apenas seis semanas entre uno y otro crimen. Por estos hechos se enfrenta a 40 años de cárcel, 20 años de prisión por cada uno de los dos crímenes, tal y como se desprende del escrito de acusación que ha formulado recientemente el ministerio fiscal.

El primero de los decesos tuvo lugar el 13 de marzo en el interior del número 152 de la calle Boggiero. Según consta en el escrito de acusación de la Fiscalía, a la primera de las víctimas la arrastraron dos conocidos a la calle una vez que se enteraron estos últimos de su delicado estado de salud. Todos ellos, junto al ahora acusado, estuvieron consumiendo estupefacientes la noche del 11 de marzo y no fue hasta dos días después cuando Josemi les indicó que El Francés yacía inerte y no respondía a ningún estímulo. Su justificación fue que se había caído, aunque las pesquisas apuntaron a que ambos mantuvieron una discusión previa que acabó de la peor forma posible con una lesión mortal consistente en una luxación cervical. Al parecer, el sospechoso, defendido ahora por Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén, le estranguló mediante la técnica del mataleón.

Y, mientras los investigadores del Grupo de Homicidios ya analizaban todos estos detalles, la madrugada del 4 de mayo se precipitó la detención de Josemi por la muerte de una mujer de nacionalidad búlgara cuyo cadáver yacía a las puertas del edificio okupado. Al igual que ya hiciera unas semanas antes, el detenido trató de desvincularse de la autoría de los hechos al personarse en un bar próximo para comentar que una mujer yacía tendida en el suelo a pie de calle.

La autopsia reveló que las lesiones que presentaba Mariana eran compatibles con una precipitación a tenor de una contusión en la cabeza con estallido craneal. "Joder, vaya suerte tengo. Ya se me murió el otro día en mis brazos un moro, uno al que le compraba hachís", les dijo Josemi a los agentes.

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