Revientan los retrovisores de más de 20 coches frente al Juzgado de Guardia de Zaragoza

Más de 20 vehículos estacionados en la avenida José Atarés de Zaragoza presentan un aspecto muy diferente del que tenían cuando sus propietarios los estacionaron ayer frente al Juzgado de Guardia. Según ha podido saber este diario, uno o varíos vándalos han arrancado los retrovisores y las antenas de la mayoría de estos turismos y, en el mejor de los casos, cuelgan en el aire estos mismos retrovisores que han quedado completamente inutilizados. La sorpresa ha sido mayúscula entre los afectados cuando este domingo por la mañana han descubierto los graves desperfectos, de ahí que se hayan desplazado a la cercana comisaría de Actur-Rey Fernando para interponer la correspondiente denuncia.

Por el momento todavía no se ha practicado ninguna detención y la Policía ya trabaja para esclarecer lo sucedido, ya que en estos momentos los agentes ya contabilizan varias denuncias. Para ello, los investigadores podrán cotejar las cámaras de videovigilancia con las que cuenta el edificio Fueros de Aragón de la Ciudad de la Justicia, un análisis que les permitirá averiguar cuándo se produjeron estos desperfectos: si a última hora del día de ayer o a lo largo de la madrugada de este domingo.

Son los primeros pasos que están dando los agentes para dar con el paradero de este vándalo, a quien se le podría imputar un delito de daños. Con más de 20 coches dañados, de hecho, el valor de los desperfectos sumaría un importe nada desdeñable por el que tendrá que responder el autor mientras las víctimas dan parte de lo sucedido a sus compañías de seguro.

El pasado 19 de abril, precisamente, la Policía detuvo a un hombre de 32 años por abollar otra veintena de vehículos estacionados en el centro de la capital aragonesa. En aquella ocasión, un vecino de la calle Cortes de Aragón alertó a la sala de emergencias del 091 de que un viandante estaba golpeando con botellas de champán a estos turismos, de ahí que una patrulla se desplazara rápidamente hasta allí y le detuviera de forma inmediata. También fracturó la cristalera de una charcutería y el portero automático de uno de los portales.