Un segundo cadáver hallado "por casualidad" en el vertedero de Zaragoza: "Lo vieron de milagro"

Las casualidades hacen que, muchas veces, las sorpresas se den de bruces con la realidad. Eso es lo que han pensado algunos de los trabajadores del vertedero de Zaragoza esta pasada madrugada cuando, por una "simple elección de maquinaria", hallaron el cadáver de un varón, el segundo en menos de dos semanas.

"Lo vieron de milagro. De normal, la basura va en la cinta, que es una máquina muy grande que da vueltas y de ahí caen los restos", explica un empleado anónimo, que añade: "De normal el cuerpo no cae y la gente que está en el triaje no lo ve, pero esta vez sí ha caído".

Encuentran otro cadáver en el vertedero de Zaragoza, el segundo en dos semanas

Otra compañera explica el proceso de la siguiente manera. "Desde el suelo, la basura se coge con una pala y se tira al vertedero", comienza diciendo, para después reseñar que, en esta ocasión, el cuerpo se ha encontrado "por casualidad": "El responsable, en vez de ir con una pala, ha ido con una giratoria y por eso lo ha visto. Así ha podido parar y avisar inmediatamente".

Y concluye: "Si no, hubiese acabado en el vertedero y no nos hubiésemos dado ni cuenta". Y es que, en opinión de algunos trabajadores, el problema es de fondo. Aseguran que hace falta "más vigilancia" en el vertedero y en los restos que entran al Complejo de Tratado de Residuos Urbanos de Zaragoza (CTRUZ), ubicado en La Cartuja.

El "shock" anterior

El pasado 25 de abril, hace menos de dos semanas, también fueron los propios trabajadores los que descubrieron el otro cadáver, un varón caucásico de entre 30 y 40 años. Algunos de los presentes incluso requirieron de asistencia sanitaria, llegando a experimentar ansiedad y síntomas similares.

Los macabros precedentes del vertedero de Zaragoza

"Quienes se lo han encontrado se han llevado el sofoco del siglo", decía ese día uno de los trabajadores. Otra empleada, a las puertas del CTRUZ, admitía, al igual que sucede ahora, que el cuerpo estaba en una de las naves, por lo que "es muy difícil saber cómo ha podido llegar". Lo que sí se sabe es que ambos procedían de Zaragoza capital y no de los pueblos de alrededor a los que el vertedero de La Cartuja da servicio.