Desterrado cinco años de un pueblo de Huesca por agredir a un vecino con un pico y a dos guardias civiles

Es responsable de delitos de amenazas, atentado a agentes de la autoridad y lesiones de carácter menos grave

Imagen de archivo de un agente de la Guardia Civil.

Imagen de archivo de un agente de la Guardia Civil. / EL PERIÓDICO

EFE

La titular Juzgado de lo Penal número dos de Huesca ha condenado a un vecino de la localidad altoaragonesa de Albalate de Cinca a no volver a su población durante cinco años y medio por agredir a un convecino con un pico y reaccionar posteriormente contra los dos guardias civiles que le detuvieron.

Los hechos tuvieron lugar en el año 2022, después de que el denunciado golpeara en la espalda con un pico a un vecino de la localidad al tiempo que gritaba amenazándole de muerte.

La magistrada considera probado que tras ser localizado y conducido a dependencias del cuartel de la Guardia Civil de la población, el detenido reaccionó con violencia contra los agentes que le estaban leyendo sus derechos al tiempo que les profería amenazas de muerte a ellos y sus familias y le causaba lesiones en una muñeca y en una rodilla.

La sentencia, dictada 'in voce', prohíbe al acusado acercarse a Albalate de Cinca y a sus víctimas durante cinco años y medio, como responsable de delitos de amenazas, atentado a agentes de la autoridad y lesiones de carácter menos grave.

Especial gravedad de las amenazas y agresiones

Jorge Piedrafita, abogado de la asociación Independientes de la Guardia Civil, a la que pertenece uno de los agentes agredidos, ha resaltado, en un comunicado, el intenso trabajo llevado a cabo para lograr una sentencia ya firme que, según explica, "pone de relieve la especial gravedad de las amenazas y agresiones que sufren agentes de la autoridad y a los ciudadanos".

A su juicio, "el fallo judicial supone un respaldo a la labor de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y reafirma el principio de autoridad como garantía de convivencia y orden público", y evidencia al tiempo que la violencia contra los agentes de la autoridad "no puede tolerarse ni quedar impune”.

Ello, subraya el letrado, a pesar de que el Ministerio del Interior sigue sin reconocer la labor de los guardias civiles como una profesión de riesgo, algo que, añade, "seguirá reclamándose desde Independientes de la Guardia Civil".

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