Un hombre se masturba delante de menores en un kebab de Casetas

La Guardia Civil investiga la denuncia que han interpuesto tres menores de edad contra un hombre que, supuestamente, se masturbó delante de estas mismas jóvenes en los baños de un kebab del barrio rural de Casetas. Según ha podido saber este diario, todavía no se ha practicado ninguna detención, ya que las denunciantes no han reconocido al presunto agresor en las ruedas de reconocimiento practicadas en el puesto de la Guardia Civil de Casetas, de ahí que la investigación continúe abierta en este momento para dar con el paradero de este individuo, a quien se le podría imputar un delito de exhibicionismo.

Los hechos tuvieron lugar la madrugada del pasado sábado, en torno a las 03.00 horas, cuando dos de las chicas bajaron a la zona de los baños de este establecimiento ubicado en la confluencia de la calle Alcubierre y la avenida Logroño. En la planta de arriba les esperaba una amiga hasta que, en un momento dado, comenzó a escuchar gritos procedentes de la planta baja y recibió una llamada de una de esas dos jóvenes.

Su sorpresa fue mayúscula cuando, al descolgar el teléfono, sus amigas le transmitieron lo que había sucedido: al salir juntas del baño se encontraron con un hombre que se estaba masturbando. Por eso decidieron encerrarse con pestillo en el interior del baño mientras el varón se daba a la fuga al descubrir que las chicas habían dado la voz de alarma.

Rueda de reconocimiento

Esa misma madrugada, una de las tres menores ya interpuso la correspondiente denuncia en el puesto de la Guardia Civil de Casetas, donde se presentó acompañada de sus progenitores y adonde regresó al día siguiente tras ser citada por los agentes para participar en la rueda de reconocimiento fotográfico. Pero no acertó entonces a identificar al varón con las imágenes que le mostraron los investigadores que se han hecho cargo de las pesquisas y que continúan abiertas para esclarecer lo sucedido.

Además, como consecuencia de este episodio, las tres menores no acudieron el lunes a clase en un instituto cuya ubicación omite este diario para salvaguardar la identidad de las víctimas. "Fue un susto y menos mal que no pasó nada más grave, pero es una pena que tengan atemorizados a los críos por estas cosas", lamentaron fuentes conocedoras del caso.