Condenado un clan por la batalla campal que dejó inconsciente a un policía en Zaragoza

Los acusados aceptan un año de cárcel tras iniciar una reyerta en un bar y lanzar botellas de cristal desde su casa

Un agente fue atropellado de forma accidental mientras regulaba el tráfico en la calle Juan Pablo Bonet, en Zaragoza.

Un agente fue atropellado de forma accidental mientras regulaba el tráfico en la calle Juan Pablo Bonet, en Zaragoza. / JAIME GALINDO

Zaragoza

Tal fue la violencia de una lluvia de botellas desde un piso de la calle Juan Pablo Bonet, en Zaragoza, que un policía nacional se vio obligado a alejarse rápidamente de la zona con tan mala suerte de que invadió el carril contrario cuando un vehículo circulaba en ese preciso instante por allí. Fue el peor parado de este operativo tras sufrir un traumatismo craneoencefálico con otros civiles heridos por aquella reyerta con palos y bates que originó este fuerte despliegue policial la noche del 19 junio de 2023. Y, este viernes, cuatro de los cinco acusados (el quinto no se ha presentado al juicio) han reconocido los hechos y han aceptado penas que en total suman cuatro años de cárcel (un año de prisión cada uno) por delitos de amenazas y de atentado a agente de la autoridad.

Así se desprende del acuerdo suscrito entre el ministerio fiscal, los abogados de los tres agentes y de los tres vecinos lesionados, los letrados Marco Antonio Navarro, Paula Pelet y Olga Oseira, y los defensores de los cinco acusados, Juan José Serra y María Ángeles Pozo. Y es que, más allá de los funcionarios policiales, también resultaron lesionadas otras tres personas después de la trifulca que se inició en un bar de la calle Juan Pablo Bonet, justo debajo del domicilio en el que residían estos cinco familiares, todos ellos de nacionalidad rumana.

Los hechos tuvieron lugar la noche del 19 de junio de 2023, en torno a las 22.00 horas, cuando los agresores (Dorina V. I., Florin I., Anda I. I., Alin I. I. y Andrei F.) comenzaron a increpar a los clientes del bar Los Remos mientras les gritaban "¡hijos de puta!", "¡os vamos a rajar el cuello!" o "¡no llegáis mañana!". De las palabras pasaron a la acción al propinarles puñetazos y golpearles con un palo de grandes dimensiones e incluso intentaron llevarse a un bebé en su carrito.

Lluvia de botellas

Los agentes se refugiaron en su propia vivienda, desde donde comenzaron a lanzar botellas de cristal contra los agentes que fueron comisionados hasta el lugar de los hechos. Fue, precisamente, el desencadenante del infortunio que provocó el urgente traslado de uno de los agentes al hospital, donde permaneció dos días hospitalizado con un traumatismo craneoencefálico severo.

"La convivencia con estos vecinos del sexto es insufrible, están todo el día peleándose. Solo espero una cosa, que esto sirva para que el dueño del piso les rescinda el contrato de alquiler. Ya no podemos más", coincidieron varios vecinos consultados por este diario después de esta batalla campal. Pero no surtieron efectos estas valoraciones, porque al día siguiente hubo venganza con machetes y catanas que iniciaron sus víctimas, en este caso, los miembros de un clan de origen español.

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