El pederasta que grabó la violación a su sobrina en Zaragoza 'conduce' a otro pedófilo

La investigación entre la Ertzaintza y la Policía Nacional que el 19 de marzo se saldó con la detención de un pedófilo afincado en Zaragoza por grabar la violación a su sobrina ha precipitado en los últimos días el arresto de un segundo individuo, en esta ocasión, al comprobar los agentes que tenía la intención de "abusar de una niña a su alcance" cuando "tuviera oportunidad de ello". Es la conclusión a la que han llegado los investigadores después de analizar unos mensajes en los que incluso solicitaba imágenes y vídeos de agresiones sexuales a una menor de siete años, un comportamiento que ha llevado a su ingreso en prisión después de que fuera detenido el pasado 3 de junio en un municipio de Toledo.

Según ha informado este martes la Policía y la Ertzaintza, este individuo contactaba también con "multitud de niñas" a través de aplicaciones utilizadas por menores, lo que activó las alarmas entre los investigadores debido a su "perfil delictivo". "Muy activo en la búsqueda de menores por la red para obtener material gráfico de carácter sexual de niñas de corta edad y en periodo de transición a la agresión sexual real", recoge el comunicado remitido por ambas fuerzas policiales.

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En su caso contaba con un teléfono móvil de "uso exclusivo" para desarrollar esta actividad y utilizaba "numerosas" cuentas de correo electrónico y perfiles de redes sociales, "estimándose un elevado número de víctimas" en la "gran cantidad" de material de abuso sexual de menores que los agentes hallaron en ese terminal. De todo ello se dio traslado al Juzgado de Guardia de Illescas, que acordó el ingreso en prisión del encausado.

En Zaragoza

Hasta él llegaron, precisamente, a raíz de la detención de un vecino de Zaragoza al que le intervinieron varias decenas de archivos de contenido pornográfico, entre ellos, un vídeo en el que se veía cómo agredía sexualmente a su sobrina menor de edad, tal y como avanzó este diario en su edición impresa del 22 de marzo. En el registro de su domicilio hallaron un teléfono móvil en el que almacenaba medio centenar de imágenes y otros tantos vídeos de pornografía infantil con episodios de abuso sexual.

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Su destino también fue la cárcel después de que así lo decretara el titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza, en funciones de guardia. A él se le imputa un primer delito de tenencia y distribución de pornografía infantil además de un segundo delito de agresión sexual por el episodio del que fue víctima su sobrina menor de edad.