El fiscal general del Estado visita al compañero al que arrolló el tranvía en Zaragoza

Álvaro García Ortiz y José Rossignoli son compañeros de promoción de la carrera fiscal

El Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, en un receso de la Junta de Fiscales Superiores que se ha celebrado esta semana en Zaragoza.

El Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, en un receso de la Junta de Fiscales Superiores que se ha celebrado esta semana en Zaragoza. / JAIME GALINDO

Zaragoza

En la agenda oficial del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha figurado esta semana su visita a la capital aragonesa con motivo de su participación en la junta de fiscales superiores que este miércoles y jueves se ha celebrado en la sede del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA). Entre los intercambios de opiniones y de criterios con sus compañeros, además de otras conversaciones distendidas más allá de los muros del Palacio de los Luna, también había reservado un hueco García Ortiz para visitar a un compañero de promoción con quien ingresó de la mano en la carrera fiscal allá por 1998. Y este compañero no es otro que José Rossignoli, el fiscal zaragozano que hace unas semanas fue arrollado por el tranvía cuando circulaba a bordo de un patinete eléctrico en la plaza de San Francisco.

Diversas fuentes han confirmado a este diario la visita de García Ortiz al hospital Universitario Miguel Servet, donde permanece ingresado Rossignoli desde que el pasado 20 de mayo sufriera este fatal siniestro. Hasta el centro hospitalario se desplazó precisamente el fiscal general del Estado a lo largo de la tarde de este mismo miércoles, una visita que consensuó con el propio Rossignoli y con sus familiares más cercanos en la que se adaptó a las necesidades horarias del interno.

Desde que el nombre de Rossignoli trascendiera a la opinión pública rápidamente lo identificó García Ortiz en los medios de comunicación como el mismo compañero con el que había compartido un año de formación en el Centro de Estudios Jurídicos de Madrid. Ambos completaron allí seis meses de formación teórico-práctica y otros seis meses de prácticas tutorizadas que finalizaron con la entrega de diplomas por parte del Rey, por aquel entonces, el monarca Juan Carlos I.

Fue el inicio de sendas carreras fiscales que llevaron a García Ortiz a Mahón y a Santiago de Compostela, entre otros destinos, y a Rossignoli hasta la Fiscalía de Menores de Zaragoza, a la que está adscrito ahora tras ejercer como fiscal delegado de violencia de género entre septiembre de 2024 y enero de este mismo año.

Visita al hospital

De la evolución de Rossignoli ha sabido el fiscal general del Estado gracias a la intermediación de la fiscal superior de Aragón, Asunción Losada, quien le ha ido transmitiendo la evolución de su compañero de promoción hasta que este mismo miércoles García Ortiz pudo verse con él cara a cara. Aprovechó entonces uno de los momentos libres en la celebración de esta junta que ya había inaugurado por la mañana, una jornada en la que reivindicó que los fiscales son "los guardianes de la Ley".

La visita del fiscal general del Estado no pasó desapercibida en los pasillos de la conocida como Casa Grande, donde profesionales sanitarios y acompañantes de otros pacientes identificaron rápidamente a García Ortiz, pues su nombre está hoy más que nunca en el candelero tras su procesamiento como presunto autor de un delito de revelación de secretos contra Isabel Díaz Ayuso. Y su cara también le resultó conocida a José Rossignoli, pues cuentan los entendidos del lugar que los compañeros de promoción siempre "se recuerdan".

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