Cuatro detenidos en Zaragoza por utilizar a personas con discapacidad para abrir cuentas bancarias con las que cobraban estafas

Los delincuentes operaban desde el barrio de El Gancho y hay al menos nueve estafas denunciadas por todo el país

Cuatro detenidos en Zaragoza por utilizar a personas con discapacidad para abrir cuentas bancarias con las que cobraban estafas.

Cuatro detenidos en Zaragoza por utilizar a personas con discapacidad para abrir cuentas bancarias con las que cobraban estafas. / POLICÍA NACIONAL

El Periódico de Aragón

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La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas en Zaragoza como presuntas responsables de los delitos de pertenencia a grupo criminal, amenazas, estafa y blanqueo de capitales.

Se trata de la segunda fase de una operación policial llevada a cabo en el mes de abril en la que el Grupo I UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) de la Brigada Provincial de Policía Judicial detuvo a dos personas que captaban a personas con discapacidades intelectuales para abrirles cuentas bancarias con las que realizar estafas.

En esta ocasión, gracias a una actuación conjunta del Grupo de delincuencia económica de la BPPJ y el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Centro, se ha conseguido desarticular un entramado delincuencial asentado en el zaragozano barrio del Gancho en el que varios individuos amenazaban a otros para que contactaran con personas con discapacidad intelectual con el fin de abrirles cuentas bancarias a su nombre mediante engaños. Estas personas pasaban a figurar como “mulas bancarias”, titulares de cuentas perceptoras de dinero procedente de estafas.

Estafas por valor de 32.800 euros

La investigación consiguió identificar a diversas personas como titulares de cuentas perceptoras de dinero procedentes de 9 estafas denunciadas por todo el país, del tipo hijo en apuros, alquileres vacacionales, sextorsión y compraventas fraudulentas de vehículos por importe de 32.800 euros.

Tras detectar que siete de ellas tenían diferentes discapacidades intelectuales pasaron a ser tratadas como víctimas ya que los autores se aprovechan de su condición para mediante engaños convencerlos para abrir cuentas bancarias que eran manejadas por las personas que los captaban. Abrieron a nombre de sus víctimas elegidas más de 20 cuentas bancarias.

Eran los captadores los que controlaban esas cuentas, y tras recibir en ellas el dinero procedente de las estafas, lo extraían en diferentes cajeros. Los dos cabecillas de la organización y los dos captadores que actuaban para ellos fueron detenidos y puestos a disposición judicial.

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