El Paletas, a la gresca en Zaragoza: "Quiero que me ejecuten delante de toda España para que se vea el fascismo de este país"

El pistolero que tiroteó a un padre y su hijo en Torrero afronta 27 años de cárcel

Al fondo, Jesús Rafael H. D., alias el 'Paletas', este miércoles en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza junto al psicólogo que le asiste

Al fondo, Jesús Rafael H. D., alias el 'Paletas', este miércoles en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza junto al psicólogo que le asiste / JAIME GALINDO

Zaragoza

El Paletas, el pistolero que el 28 de julio de 2023 tiroteó a bocajarro a un padre y a su hijo en Torrero, ha llegado este miércoles a la Audiencia Provincial de Zaragoza con una misión: suspender, aplazar y ganar tiempo en un juicio en el que afronta 27 años de prisión. Por eso ha intentado exhibirse como una persona que no está en sus cabales, de ahí que su interrogatorio -asistido de un psicólogo- haya sorprendido a propios y extraños mientras esta teatralización ha continuado con un episodio autolesivo al golpearse la cabeza con los grilletes. "Quiero que me lleven a Madrid y me ejecuten delante de toda España para que se vea el fascismo que hay en este país", ha clamado este varón de nombre Jesús Rafael. Pero, sin darse cuenta, ha sucumbido a las preguntas de su propio abogado al abundar en unos detalles que difícilmente pueden explicarse de la mano de esta misma patología.

Porque de la autoría de este tiroteo no hay ninguna duda, según ha defendido el jefe del Grupo de Homicidios que dirigió la investigación de esta tentativa de asesinato, unas pesquisas que llevaron a sus compañeros hasta Balaguer (Cataluña). En un hotel de este municipio leridano se refugiaron el Paletas y su familia una vez huyeron de la capital aragonesa y de la calle Lasierra Purroy, adonde llegó armado Jesús Rafael a bordo de un Citröen Picasso. "Yo solo ataqué al Chiqui, ¡ese fue el cabecilla! Miren las cámaras, solo le disparé a las piernas para que no me mataran, miren las cámaras, que para lo que quieren investigar bien lo investigan. Ellos (las víctimas) llevan hasta chalecos antibalas, se creen que están en la guerra. Quería ir a mi país, quería ir a Cataluña, ese independentismo me quita los nervios", ha relatado el encausado.

"Es prácticamente una ejecución, muy brutal. Él lo tenía muy claro: él tenía la intención de acabar con la vida de ellos. Tenía muy claro lo que quería hacer, es una persona que está en su sitio y que sabe muy bien lo que hace", ha resumido el jefe del Grupo de Homicidios, para quien este ataque responde a las viejas rencillas que mantenían ambos clanes por un percance previo en el Parque Grande sobre el que han discrepado ambas familias. A este episodio, precisamente, ha aludido un hijo y hermano de las dos víctimas: "En los calabozos me dijo que nos iba a hacer un jaquemate y que las balas nos iban a pasar el corazón".

"Estaba bajando la compra del coche cuando vino este señor, empecé a sentir ruidos de tiros y a lo que me giré me dijo: 'Chiqui, ¡me cago en tus muertos!', disminuyó la velocidad hasta casi parar y empezó a pegarme tiros, le dio tiempo a darme en el pecho. No dejo de pensar en esto... estamos amargados, nos ha roto la vida. Tenemos mucho miedo de que este hombre salga a la calle y nos mate, por lo que confiamos en que se haga Justicia, nos ponemos en las manos de los jueces y de Dios", ha afirmado el progenitor. "Esto se me ha quedado aquí (señalándose la cabeza) hasta que me muera, eh... Aún tengo miedo de morir", ha añadido su hijo.

A la gresca

Entre uno y otro interrogatorio el tribunal provincial adscrito a la Sección Tercera, presidido por la magistrada Nicolasa García Roncero, se ha visto en la obligación de llamar al orden en varias ocasiones como consecuencia de la gresca en la andaban el propio Paletas y su defensor, el abogado madrileño Fernando Pamos de la Hoz, al amenazar el letrado con levantarse del estrado y abandonar a su cliente. Pero no lo ha hecho por la forma en la que la presidenta ha reconducido el transcurso de la vista y por la forma en la que ha argumentado cada una de sus decisiones, entre ellas, la propia celebración del juicio.

Mientras que el ministerio fiscal solicita penas que en su conjunto suman 22 años de cárcel, las dos acusaciones particulares a cargo de los abogados Alejandro Giménez Planas y Octavio Sesma del Val elevan la pena privativa de libertad hasta los 27 años: 12 años por cada una de las dos tentativas de asesinato y otros 3 años por un delito de tenencia ilícita de armas. La causa la ha dirigido el Juzgado de Instrucción número 11 de Zaragoza.

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