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Un vecino de Caspe se libra de una deuda de 101.600 euros: "Llevaba cuatro años con el sueldo embargado"

La Ley de Segunda Oportunidad permite la condonación de la deuda que había contraído este hombre

Imagen de recurso del mazo de un juez.

Imagen de recurso del mazo de un juez. / EUROPA PRESS

Zaragoza

Otro triunfo de la Ley de Segunda Oportunidad. La Sección Civil y Penal del Tribunal de Instancia de Caspe ha acordado la condonación de una deuda de 101.600 euros que había contraído un vecino de la ciudad del Compromiso con el Banco Santander, Barclays y varias compañías de crédito como Cofidis. Así lo acaba de resolver el juez al estimar la demanda interpuesta por este caspolino, quien reconoce ahora que vive con una "tranquilidad" que hasta hace bien poco no tenía. Desde 2008 comenzó a generar estas deudas, "empecé a no pagar en tiempo y forma y llegó un momento en el que dejé de pagar porque era imposible" según expone en declaraciones a este diario.

"Mi cabeza ahora está más centrada y estoy encontrando el equilibrio personal y profesional que necesitaba. Tengo un problema y es que siempre he sido gastador, pero lo que tengo claro ahora es que nunca voy a pedir ningún crédito para comprarme un coche", cuenta este vecino de Caspe sobre aquellos años de vilipendio económico. "Yo compraba a crédito, pero claro, luego tenía que pagarlo. Y es un error fracionar...", continúa este hombre de unos 50 años de edad, que en estos momentos trabaja como comercial.

"No podría tener dinero en la cuenta"

Cuenta que nunca se ha "alicaído" a pesar de la deuda de 101.600 euros que soportaba a sus espaldas, de la que se ha liberado una vez que se puso en manos de la Asociación Ayuda al Endeudamiento (AAE). "Llevaba cuatro años con el sueldo embargado, no podía tener dinero en la cuenta, vivía sin tarjeta de crédito, siempre tenía el dinero en efectivo...", recuerda este caspolino.

"Las condiciones del mercado, el acceso indiscriminado al crédito y las crisis recurrentes han dejado a muchos en situación de vulnerabilidad. Por eso, herramientas como esta ley resultan esenciales: no para perdonar irresponsabilidades, sino para restablecer la posibilidad de rehacer una vida con dignidad", aseveran desde la Asociación de Ayuda al Endeudamiento. "Detrás de cada “deuda condonada” hay una persona -y para esa persona, la exoneración no es un favor, sino un legítimo derecho a empezar de nuevo", añaden.

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