La muerte de José Antonio Delgado Fresnedo, el informático de Getxo de 54 años que fue hallado en 2019 en una fosa en Pedrola, fue "lenta y agónica". Los especialistas del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) así lo señalaron este jueves en la cuarta sesión del juicio con jurado en la Audiencia de Zaragoza contra la banda del Badoo, formada por Hendangeline Candy Arrieta y Mohamed Achraf.

Durante el tiempo en que estuvo retenido por los acusados sufrió graves lesiones en el tórax que le provocaron la rotura de nueve costillas, tres fuertes golpes en el cráneo y uno más en la nuca. De hecho, la rotura de dichos huesos provocaron que uno de sus pulmones se viera afectado y se produjera una hemorragia, al igual que le ocurrió al bazo.

Explicaron que estas lesiones por separado, no eran susceptibles de provocarle la muerte, pero todas juntas le causaron un shock traumático del que fue consciente en todo momento dado que las heridas que se apreciaron en su cráneo y cerebro no revelaban que hubiera perdido la consciencia en ningún momento.

Los forenses José Manuel Arredondo y Salvador Baena explicaron a los miembros del jurado que Josetxu sufrió un prolongando e intenso dolor hasta que fue transportado en el maletero del vehículo de Achraf hasta una zona aislada e inhóspita próxima a Pedrola para ser enterrado aún con vida. Afirmaron que la ausencia de heridas de defensa en las manos del empresario indican que las tenía amarradas con bridas y que no pudo defenderse de los golpes.

Los forenses destacaron, además, que la presencia de tierra en la tráquea y el estómago de la víctima evidencian que durante unos minutos, hasta morir por asfixia, luchó de forma agónica para tratar de respirar.

Tras el informe de los especialistas fue el turno de la fiscala Ana Díez; de la abogada Estefanía Rojo en nombre de la familia del fallecido; del letrado Juan José Serra que representa al matrimonio estafado al comprar el coche de la víctima mortal, y de las defensas ejercidas por los penalistas Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén. Todos ellos presentaron sus conclusiones e informes al jurado que este viernes se reunirá para analizar el objeto de veredicto. 

Las acusaciones consideran que Hendangeline Candy Arrieta y Mohamed Achraf son autores de los delitos de asesinato, detención ilegal y estafa por los que solicitan penas de entre 32 y 35 años de prisión. Además, la Fiscalía se adhirió a la petición de indemnizaciones hecha por la letrada de la acusación particular por un importe total de 327.428 euros para los familiares del empresario fallecido.

Por su parte, las defensas de los procesados reclamaron la absolución de sus clientes y de forma alternativa, en el caso de emitir el jurado un veredicto de culpabilidad, penas aún sin determinar por los delitos de homicidio y de hurto, en el grado de cómplice en el caso de la mujer. La exoneración se fundamenta en las distintas versiones sobre los hechos dadas por los acusados, que se culparon entre sí en la primera sesión de la vista alegando que se vieron forzados e intimidados para hacerlo. Los mismo hicieron en su último turno de palabra.