Ionut Ciprian A. M., de 18 años, ha sido juzgado este miércoles por segunda vez en la Audiencia de Zaragoza por realizar, supuestamente, una violación a su pareja, que él niega, en una vivienda del Arrabal, el 13 de agosto de 2020. Se ha tratado de la repetición de una vista oral motivada porque, en la primera ocasión, hubo problemas con la grabación del proceso.

"Tardé tres días en denunciar el hecho por miedo a lo que sería capaz de hacerme", ha declarado la denunciante a preguntas de la abogada defensora, Carmen Sánchez Herrero. "Sigo teniendo miedo y no pudo ir sola a ninguna parte", ha añadido.

Su expareja ha mantenido, al igual que en la primera visto oral, que es inocente dado que la relación sexual fue "consentida" por ambas partes. Actualmente, Ionut Ciprian se encuentra en prisión por quebrantar la orden de alejamiento que le fue impuesta a raíz de la denuncia. Fue localizado y arrestado en Valencia tras romper la pulsera que servía para saber dónde se encontraba en cada momento.

Agravante de desprecio de género

Se enfrenta a 10 años de cárcel por agresión sexual con la agravante de desprecio de género. Asimismo, las acusaciones piden entre 3.320 y 6.000 euros en concepto de daños morales y lesiones.

"Ella me contó que la había violado, que se montó encima de ella y no le dejaba moverse, y que la penetró", ha manifestado en calidad de testigo un amigo de la supuesta víctima que ha reconocido estar "enemistado" con el acusado, del que fue amigo hasta los hechos denunciados. "En cambio, él me lo negó", ha agregado.

"Ella tardó cuatro días en ir a denunciar porque tenía que hablar con su madre porque ella no sabía qué hacer", ha continuado este testigo. "Él me decía que era imposible que hiciera eso", ha indicado.

El forense que examinó a la denunciante ha declarado que se apreció en la joven dolor compatible con los hechos denunciados. El fiscal sostiene que mantuvieron dos contactos sexuales, los primeros consentidos y los segundos "por la fuerza".

La acusadora particular ha señalado que la denunciante "sigue recibiendo tratamiento psicológico", mientras que la defensa ha sostenido que que el dolor, según el forense, "era compatible con el estreñimiento". "No hay datos objetivos para corroborar la penetración", ha indicado la abogado, que ha insistido en que hubo relaciones sexuales "consentidas". Asimismo ha subrayado que el testigo de cargo ha reconocido su "enemistad" hacia el imputado.