Acusado del crimen de Alcañiz: El análisis psicológico descarta una enfermedad mental

Refirió a las psicólogas que con su pareja, José Antonio G. G., mantenía "discusiones constantes" debido al carácter celoso de este, atizados cuando el acusado hablaba con otros chicos.

"No hay alteraciones en su capacidad de razonamiento y argumentación y presenta un estado lúcido con una comunicación coherente", han dicho las peritos, que han explicado que el acusado nación en El Salvador, hace 29 años, y que siendo un niño fue abandonado en un cafetal.

Sufrió abusos sexuales en su niñez

A raíz de este duro episodio en su vida fue internado en un orfanato, de donde lo sacó una primera familia adoptadora en la que, según su narración, sufrió abusos sexuales.

Un rasgo de su personalidad es que su edad mental era en su infancia y adolescencia superior en tres años a su edad cronológica. Ha presentado problemas escolares (dejó los estudios en segundo de ESO), de adaptación y de identidad sexual.

Tuvo un novio, teniendo 16 años, al que infligió malos tratos y en una ocasión le produjo cortes. Ese suceso le valió su ingreso en un psiquiátrico. Asimismo ha registrado episodios de maltrato filioparental, o sea, hacia sus padres. Por este motivo fue internado en el centro de menores de Juslibol, tras lo cual marchó a Valencia en cumplimiento de una orden de alejamiento.

Es consumidor, primero habitual y luego diario, de alcohol y cannabis. Posee problemas y lagunas de memoria al no distinguir si los hechos los sabe por haberlos vivido o por haberle sido contados, pero también aplica una memoria selectiva en la que privilegia unos acontecimientos de su vida por encima de otros que relega al fondo de su cerebro.

"Él niega la autoría de los hechos que se le imputan pero sí experimenta malestar por lo que ocurrió", han manifestado las psicólogas.