Un equipo de arqueólogos coordinados por el Colectivo de Historia y Arqueología Memorialista Aragonesa (CHAMA) sacó ayer a la luz los primeros restos humanos encontrados en las excavaciones que están llevando a cabo en el cementerio municipal de Alcañiz, en una zona de fosas comunes donde podrían estar enterradas personas desaparecidas, víctimas de la guerra civil y el franquismo. Podrían pertenecer a un hombre asesinado por la Guardia Civil por haber colaborado presuntamente con los maquis antifranquistas Francisco Zueco Ferrer.

El equipo de arqueólogos dirigido por Javier Ruiz realiza estos trabajos gracias a una subvención del Gobierno de Aragón en relación a la Memoria Democrática, y con la colaboración del Ayuntamiento de Alcañiz, que ha informado de estos descubrimientos en una nota de prensa.

Examen del ADN

Las primeras prospecciones se han iniciado en un lugar del camposanto en el que las descendientes de Zueco tenían constancia de que podían estar depositados sus restos. Se trata de un enlace de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA, más conocidos como maquis) que desapareció en los primeros años de la posguerra, tras estar detenido en la cárcel de Alcañiz. Sus familiares han indicado a los arqueólogos el punto donde uno de los enterradores, arriesgando su vida durante la dictadura, les confesó en secreto que habían depositado al guerrillero.

En ese lugar, junto a una cruz levantada exprofeso, Ruiz y su equipo han comenzado la excavación y han descubierto restos óseos depositados boca abajo, «un signo claro de enterramiento en fosa común», según el director de las excavaciones.

«Aún es pronto para saber si el cuerpo encontrado es el de Francisco Zueco Ferrer», comentó Javier Ruiz, que dijo que «habrá que analizar el ADN de estos restos y cotejarlos con el ADN de la hija, que se ofreció a donar su sangre, para el cotejo, en la campaña que hace dos años llevamos a cabo también en Alcañiz».